La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió ayer en que “no hay novedad ni contacto previsto” entre el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y el presidente francés, François Hollande, sobre la ayuda que podría prestar España a la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico. Además, dejó claro que nuestro país “ya está ayudando” en distintos escenarios como Irak, Malí o Turquía. “Ni el presidente Hollande ni el ministro de Defensa han realizado ninguna petición al Gobierno. No hay novedad ni contacto previsto sobre este asunto”, señaló Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La ‘número dos’ del Gobierno se refirió después a la Cumbre del Clima que se celebrará en París a partir del lunes y en la que coincidirán Rajoy y Hollande, en la que volvió a decir que está “previsto” una reunión específica sobre la lucha contra el Estado Islámico. “Esta cita está focalizada en otro compromiso que es también muy importante”, subrayó en referencia a la cumbre. En su opinión, afrontar este tipo de problemas requiere una “absoluta coordinación” entre Estados y que además de en el plano militar debe centrarse en los ámbitos “policial, judicial y de inteligencia al máximo nivel”. “Indudablemente, España cumplirá con sus obligaciones internacionales, pero nos gustaría hacerlo de forma coordinada”, recalcó la vicepresidenta.
Sáenz de Santamaría evitó pronunciarse ante si el Ejecutivo descarta tomar una decisión sobre la ayuda de España antes de las elecciones generales, aunque se comprometió a que se mantendrá informados en todo momento a los partidos políticos y que cualquier intervención militar de España en el exterior será consultada al Congreso, como marca la Ley de Seguridad Nacional. Así, dejó claro que si Francia pide ayuda a España, se recurrirá al “mismo mecanismo de diálogo y sinceridad”.
Por su parte, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, haseguró que “al Gobierno no le interferirán los tiempos electorales a la hora de ayudar a sus aliados”, pero precisó que, antes de tomar una decisión sobre ayudar militarmente a Francia, debe ser el gobierno francés quien precise qué ayuda requiere. “No hay que ser más papistas que el papa. Algunos quieren ser más rápidos que la propia Francia. Francia no ha movido pieza”, subrayó.
