Ya casi periclitado el tiempo de la matanza, asociaciones y colectivos aún se resisten a despedir la fiesta gastronómica dedicada al animal que representa la abundancia y deciden homenajear al cerdo con la degustación de algunos de sus productos más señeros.
Ayer, decenas de personas se congregaban en las inmediaciones de la Cervecería St. Andrews para aceptar la invitación de la Asociación de Comerciantes de la Avenida de la Constitución a participar en la cuarta edición de la Matanza Popular, donde no faltaron el chorizo, la morcilla, los chicharrones, los torreznos y la panceta para compartir una agradable mañana preprimaveral.
Dirigida por Francisco García Borregón y coordinada por el cocinero Julián del Barrio, vecinos de la zona e invitados tuvieron la oportunidad de degustar los productos típicos del cerdo, regados con buen vino y amenizados por la música de los dulzaineros de la Escuela de Dulzainas del Cristo del Mercado.
La organización quiso este año que el pregonero de la fiesta fuera el hostelero segoviano José María Ruiz Benito, que realizó un extenso y documentado relato de la historia de esta tradición, salpimentada con recuerdos familiares y personales de los tiempos en que la matanza era todo un acto social.
Asimismo, señaló que el cerdo «es el caviar de la tierra», y aseguró que sus productos pasan «desde las mesas más humildes a las más selectas». Tras el pregón, tuvo lugar la entrega de los nombramientos de «Probadores de mérito» de la matanza, que este año recayeron en el presidente de la Federación Empresarial y de la Cámara de Comercio de Segovia Pedro Palomo, el psicólogo Antolín Yague, el analista clínico Enrique Fernández Pardo y el folclorista Feliciano Ituero. Los cuatro probadores recibieron un diploma y una simpática escultura de barro como recuerdo.
