Al menos 147 personas fallecieron ayer durante el asalto del grupo islamista Al Shabaab a la Universidad de Garissa, en Kenia, según informó a los medios de comunicación internacionales el Ministerio del Interior del país africano. La secta islamista Al Shabaab reivindicó la autoría del ataque perpetrado ayer contra la Universidad y confesó que habrían mantenido retenidos a varios cristianos.
Alrededor de las 5.30 horas (hora local) varios hombres armados entraron en la Universidad de Garissa haciéndose pasar por fieles que iban a rezar a la mezquita que se encuentra en el campus. Una vez dentro, detonaron una bomba para para poder desatar el caos y “abrieron fuego de forma indiscriminada”, dijo el inspector de Policía Joseph Boinnet.
Los asaltantes, cuyo número exacto aún se desconoce, se esparcieron por todo el campus y finalmente se concentraron en una residencia de estudiantes femenina que suele albergar a 800 personas y mantuvieron retenidos a varios cristianos en el edificio.
Posteriormente, el Gobierno keniano informó de que “el 90 por ciento de la amenaza” fue eliminada y que cerca de 500 de los 813 estudiantes que se encontraban en el lugar en el momento del ataque, reivindicado por el grupo yihadista Al Shabaab, se encontrarían localizados. Dos asaltantes murieron durante la operación de rescate de las fuerzas de seguridad, según pudo constatar el Ministerio en su cuenta de Twitter.
Así pues se trataría del peor atentado en suelo keniano desde el atentado contra la Embajada de Estados Unidos en Nairobi (Kenia), en agosto de 1998, donde perecieron alrededor de 213 personas durante el ataque terrorista.
Algunos alumnos de la Universidad comentaron que la institución ya venía preparándose ante un eventual ataque. Grace Kai, estudiante de la Facultad de Magisterio de la Universidad de Garissa, explicó que en los últimos días los residentes locales estaban en estado de alerta ante la posibilidad de que se produjera un atentado. “El lunes nuestro director nos dijo que habían visto algunos extraños por Garissa que podrían ser terroristas, por lo que nos dio el martes libre y cerró la Facultad de Magisterio”, dijo en declaraciones a algunos medios de comunicación internacionales.
La Embajada estadounidense ya habría advertido del riesgo inminente de que se produjera un ataque de Al Shabaab en Kenia en respuesta a la muerte de Adan Garaar, uno de los principales líderes de la secta islamista somalí. Así pues el país vive en estado de alerta.
