Volver a la senda del crecimiento económico del país pasa por apretarse el cinturón y rascarse el bolsillo. El propio Banco Central Europeo auguró hace unos días que España sufrirá en un plazo corto de tiempo una moderación salarial que tenía que haberse producido de haberse ejecutado antes una reforma laboral. Y desde el PP lo confirman. El portavoz del Grupo Parlamentario popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, admitió ayer que para que España vuelva a producir y a ser competitiva es necesario entrar en una senda de «moderación salarial». En este sentido, y aunque reconoció que en el país el salario medio «no es extraordinariamente alto», también precisó que el problema fundamental del Estado es el alto índice de paro.
«Es verdad que el país, para ser productivo, para poder competir, ha de entrar en una senda de moderación salarial», reconoció antes de añadir que esto es algo que «entiende todo el mundo, lo entienden los sindicatos, los empresarios y los trabajadores».
El dirigente popular respondía así al ser preguntado por el informe del BCE, en el que la autoridad monetaria pronosticó una bajada salarial, «como consecuencia de nuevos recortes de los sueldos del sector público y del impacto de la reforma laboral en las reivindicaciones en este aspecto de las empresas del sector privado».
Alonso manifestó que es «verdad» que la «situación de recesión y la crisis económica, que ya dura cinco años, está provocando una pérdida de bienestar, una pérdida de poder adquisitivo y de capacidad en los ciudadanos». Para explicar gráficamente esta situación recordó, cuando no existía el euro. Entonces la solución pasaba por devaluar la moneda. «Había devaluaciones de la peseta y, de un día para otro, los españoles eran un 20 o un 30 por ciento más pobres», añadió. «Eso sí que era una bajada de sueldos y de poder adquisitivo generalizada», enfatizó, para después agregar que «se hacía para poder volver a poner el país en situación de competencia».
A este respecto, la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, expresó su «absoluto desacuerdo» con las recomendaciones económicas de Draghi sobre la conveniencia de bajar los salarios y le recordó que no es el ministro de Economía de la UE ni tiene refrendo democrático para imponer esas iniciativas. Rodríguez subrayó que, después de cinco años de crisis y más de tres con medidas de ajuste, se ha visto que las recetas de la reducción del gasto y del Estado del Bienestar ofrecen consecuencias negativas. «Las políticas neoliberales de la derecha alemana y europea han fracasado», resumió.
