Representantes de la oposición siria rechazaron la ‘hoja de ruta’ planteada por el Gobierno de Rusia para tratar de resolver el conflicto y que plantearía un calendario de año y medio que incluye una reforma de la Constitución y elecciones presidenciales. Las autoridades rusas negaron la elaboración de este plan de cara a las conversaciones de paz que tendrán lugar en Viena, pero un documento al que ha tenido acceso Reuters detalló una serie de pasos que, en última instancia, no descartarían al presidente sirio, Bashar al Assad.
Un portavoz de la Coalición Nacional Siria —el principal bloque opositor en el exilio—, Monzer Akbik, subrayó que “el pueblo sirio nunca ha aceptado la dictadura de Al Assad y no aceptará que sea reinstaurada o reformulada”. En su opinión, “los rusos están intentando jugar al mismo juego desde Ginebra”, en alusión al proceso de diálogo que fracasó en 2014. Un miembro del comité político de esta coalición, Hadi al Bahra, insistió en que Al Assad sigue siendo el principal problema y rechazó que puedan celebrarse elecciones en el actual escenario. “¿Cómo puede haber elecciones justas si los ciudadanos que siguen en Siria temen la venganza de las fuerzas de seguridad del régimen?”, planteó.
En la misma línea, otro opositor, Michel Kilo, aclaró que no estarían “contra las elecciones”, pero se negarían a verse “obligados a aceptar” a un “criminal” que ha “destruido el país” como presidente. Kilo recalcó que la solución debe contar con el respaldo del pueblo sirio y no ser impuesta por otros países.
Por otro lado, la aviación militar rusa ha lanzado en los últimos días 277 ataques aéreos contra objetivos del grupo terrorista Estado Islámico en Siria, según un portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov. “Durante las últimas 48 horas, los aviones rusos han completado 85 salidas contra 277 objetivos”, resumió este portavoz, que confirmó algunos bombardeos en las provincias de Alepo, Damasco, Latakia, Hama, Homs e Idlib.
Konashenkov explicó que, gracias a esta ofensiva, las fuerzas del régimen de Bashar al Assad han podido “liberar” el aeropuerto militar de Kweiris, situado en la provincia de Alepo y cercado desde hace dos años por milicianos yihadistas. Rusia inició su ofensiva militar en Siria el pasado 30 de septiembre, después de recibir una petición de ayuda por parte del Gobierno de Al Assad. Las fuerzas rusas actúan al margen de la coalición lanzada el año pasado por Estados Unidos para atacar a Estado Islámico tanto en Siria como en Irak.
Esta coalición informó ayer de de 28 nuevos bombardeos contra objetivos terroristas. El balance, correspondiente al martes, incluye once ataques en Siria y 17 en Irak, según la nota difundida por la unidad que coordina las operaciones en este caso.
