Preservar la iglesia de San Justo, y especialmente las pinturas románicas —el Pantocrator del siglo XII que se conserva en la zona del ábside— ha sido el objetivo de la intervención que se ha realizado en la cubierta y también en la cristalera de la linterna de la capilla, con una aportación de la Junta de Castilla y León de 18.000 euros a los que se han sumado otros 4.000 por parte de la parroquia del Salvador.
La Consejería de Cultura y Turismo ha abordado de urgencia la limpieza y retejado de las zonas dañadas en la cobertura de teja o pizarra del templo, en mal estado debido en parte a la actividad de aves, como cigüeñas, según fuentes de la parroquia.
A mayores se han reparado los vitrales de la linterna de la capilla, rotos también por las numerosas palomas que anidan en la torre de esta iglesia. Precisamente, otra de las actuaciones ha consistido en limpiar el palomino acumulado en esta estructura.
El delegado territorial de la Junta en Segovia, Javier López-Escobar, acompañado por la jefa del Servicio Territorial de Cultura, Ruth Llorente; el delegado de Patrimonio del Obispado, Miguel Ángel Barbado, y por el presidente de la Real Cofradía de la Santa y Venerable Esclavitud y del Santo Entierro del Cristo de los Gascones, Manuel Montañés, visitó ayer San Justo para comprobar el resultado de las obras, y allí fue recibido por el párroco del Salvador, Justino Martínez, quien recordó otras necesidades para evitar la proliferación de goteras que, debido a la humedad, pueden dañar gravemente las pinturas románicas.
López-Escobar señaló que las actuaciones pendientes se acometerán “conforme podamos” pero se mostró convencido de que la intervención ahora finalizada “impide el avance de las goteras y continuar con el servicio religioso”.
Torre visitable
Por otro lado, de la conversación mantenida con el párroco, el delegado se llevó la idea de promover un proyecto para hacer la torre de San Justo visitable y añadir así más valor a un monumento que a su juicio sigue siendo un gran desconocido para el grueso de visitantes que llegan a Segovia como turistas.
Aunque no se han fijado plazos para este proyecto, consistiría en garantizar la seguridad para el acceso a la zona superior de la torre. Por su parte, el párroco ha insistido en la necesidad de cerrar con malla los ventanales de la torre para evitar el paso de las palomas “porque dentro de poco tiempo estará igual —llena de palomino— si no se pone remedio”.
Justino Martínez recordó que El Salvador tiene dos iglesias, la titular y esta de San Justo, ambas con gran valor artístico, y sin embargo, se trata de una de las parroquias más pequeñas de la ciudad, junto a la de San Marcos, con mucha población de edad avanzada y escasos recursos económicos, lo que dificulta tanto el mantenimiento como obras mayores.
San Justo solo está abierta para el culto los sábados pero sí es un templo que se utiliza para sacramentos como bodas y bautismos, además de actos culturales, como conciertos o teatro prebarroco, en este último caso a cargo de la compañía Nao D’amores.