El Likud, partido del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se alzó finalmente con la victoria en las elecciones al Gobierno en Israel, al ampliar su ventaja respecto a la coalición opositora Unión Sionista, según los resultados correspondientes al 99,5 por ciento del recuento, que conceden 29 y 24 escaños a las formaciones, respectivamente. Anoche, los sondeos a pie de urna y los primeros datos oficiales otorgaban un ajustado resultado a ambos partidos.
Por detrás figuran la Lista Árabe Conjunta (LAC), con catorce escaños; Yesh Atid, con once; Kulanu, con diez; Habayit Hayehudi, con ocho; Shas y Judaísmo Unido de la Torá, con siete; Yisrael Beitenu, con seis; y Meretz, con cuatro, según ha recogido el diario israelí ‘Haaretz’.
Netanyahu compareció esta madrugada ante sus seguidores para reclamar la victoria del Likud y anunciar que ha invitado a otros partidos de derecha a unirse a él «sin demora» en un gobierno de coalición.
«Hablé con todos los líderes de los partidos nacionalistas y pedí que se unan a mí en la formación de un gobierno de coalición sin demora, porque la realidad no tiene tiempo de espera», señaló Netanyahu.
Tras declararse vencedor de los comicios, al igual que hiciese horas antes su principal contrincante, el líder de la coalición de centro-izquierda Unión Sionista, Isaac Herzog, Netanyahu afirmó que va a tratar de formar «un gobierno fuerte y estable» que aborde «los desafíos de seguridad y socioeconómicos» a los que se enfrenta el país.
Por su parte, Herzogha convocado a los partidos israelíes minoritarios a sumarse a una coalición con clara vocación «socioeconómica» que lideraría su formación, destacando que los resultados electorales permiten a su partido volver al Gobierno.
