Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aseguraron ayer que les gustaría firmar la paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos y se mostraron dispuestas a declarar una nueva tregua “sin sometimiento penal, dejación de armas y concentración”. “Deseamos firmar la paz con este Gobierno”, dijo la delegación de paz de la guerrilla en un comunicado, indicando que para ello sería preciso “cuidar este proceso como la niña de los ojos” haciendo que impere “el sentido común”.
La insurgencia insistió en que está en manos del Gobierno “poner punto final desde ya a los choques armados” subrayando que “se trata de un asunto de voluntad política que no se puede condicionar a exigencias de sometimiento penal, ni de dejación de armas o concentración”, recalcó.
Para las FARC el Gobierno debe dar una explicación a los colombianos por “desaprovechar la situación propicia para convertir (la tregua unilateral) en bilateral y definitiva porque solo quería obtener ventajas militares vanas”. Además, cargaron contra el jefe de la delegación de paz del Gobierno, Humberto de la Calle, que este fin de semana alertó de que el proceso de paz pasaba por uno de sus peores momentos y sugirió que el Ejecutivo podría zanjar el diálogo.
“No queremos darle espacio a las voces agoreras del fracaso de los diálogos, ni a la desmesura de las palabras de quienes teniendo en sus manos la sagrada responsabilidad de construirla paz, flaquean frente a las adversidades, usan tonos de ultimátum y amenazan con abandonar la búsqueda de la reconciliación”. Asimismo, el grupo armado consideró que “despotricar de la contraparte, como se ha hecho en estos días, es una forma de debilitar la esperanza y la credibilidad en el proceso de paz”.
