El preacuerdo para el empleo y la negociación colectiva correspondiente al periodo 2015-2017 firmado por los sindicatos CC.OO. y UGT y las patronales especifica que, partiendo de los límites de subida salarial del 1% en 2015 y del 1,5% en 2016, los incrementos se negociarán teniendo en cuenta las “circunstancias específicas” del sector o empresa.
Esta redacción tiene importancia en la medida en que los empresarios hicieron hincapié en que se trata de un texto que establece recomendaciones y que. por tanto. no obliga a alcanzar las subidas máximas planteadas.
Por su parte, los sindicatos reaccionaron poniendo el acento en la “obligatoriedad” que implica para las organizaciones firmantes, no así para los negociadores, de esforzarse en hacer cumplir estos criterios, con el temor de fondo de que, a pie de convenio, los empresarios traten de alejarse lo posible de las subidas máximas previstas.
No obstante, el preacuerdo alcanzado echó a andar en medio de la confrontación, en tanto que el presidente de los empresarios, Juan Rosell, y el de Cepyme, Antonio Garamendi, enfatizaban que era un texto de recomendaciones, no de cumplimiento obligatorio, y los sindicatos quieren que sea lo más vinculante posible.
En un comunicado conjunto después de una reunión de carácter técnico, en el que las partes redactaron el texto del preacuerdo, CC.OO. y UGT han salido al paso de las palabras de los empresarios y han querido dejar claro que «el acuerdo tiene carácter obligacional».
Garamendi señaló que las subidas salariales no tenían por qué alcanzar los máximos del 1% en 2015 y el 1,5% en 2016 y podían arrancar en “menos infinito”.
Además, las centrales recordaron que, como en otras ocasiones, se constituirá una Comisión de Seguimiento integrada por tres representantes de las organizaciones firmantes del acuerdo, para “interpretar, aplicar y hacer seguimiento de lo pactado”.