El proyecto de rehabilitación del Palacio de la Sierra de Vegas de Matute, que forma parte de un conjunto edificatorio cuyas piezas son de muy diversa edad, se está llevando a cabo actualmente por parte de la empresa de arquitectura A+A. Después de más de una década de abandono, se va a acometer la primera fase de la rehabilitación integral del edificio, reparando los desperfectos que afectan a la totalidad de los elementos del inmueble, de los que unos 1.010 metros cuadrados corresponden al palacio propiamente dicho y a la construcción anexa a su fachada sur.
No obstante, los daños más graves se refieren a su estabilidad estructural y han sido provocados por humedades que favorecen el ataque de xilófagos (fundamentalmente pudrición cúbica y carcoma grande). De hecho, en época indeterminada, ya se hizo necesario un importante refuerzo de la fachada oeste mediante un gran contrafuerte, reforzándose también una de las vigas que sustenta la lima noroeste del corredor de la planta alta y una de las carreras del patio central. Actualmente, por motivos de seguridad, se han apeado los corredores de planta baja y alta, según ha explicado Javier Gómez, arquitecto superior y gerente de A+A.
La primera noticia que se tiene de la finca data de 1528, cuando se menciona como parte del castillo de la familia de los Segovia, del cual sólo se conserva una de las torres y el Palacio de la Sierra. Entre otros usos, el edificio ha sido utilizado como casa solariega de los Segovia, fábrica de embutidos (junto con otras edificaciones anexas), escuela de negocios y, hasta el año 2004, se dedicaba a alojamiento. En la actualidad, el edificio es de propiedad privada, habiéndose adquirido recientemente para dedicarlo a residencia de fin de semana y, en un futuro próximo, a residencia habitual.
El edificio es de planta cuadrangular, estando construido en piedra caliza careada con huecos adintelados y recercados de grandes piezas de granito gris. Posee un patio interior con galería sustentada sobre pilastras de piedra de cantería sin labrar. Consta de tres plantas, denominadas semisótano, baja y alta. La galería cubierta se repite en planta alta, estando recorrida por pies derechos de madera sobre los que se ancla una balaustrada también de madera.
La cubierta es de teja árabe colocada “a la segoviana” y sobre ella sobresalen dos cuerpos de chimenea que se corresponden con las estancias más importantes del edificio. Tanto la planta baja como la planta alta presentan idéntico tratamiento como plantas principales, mientras que el semisótano se destinaba a almacenes, cuartos de servidumbre e instalaciones.