Lo que empezó como un hobby, terminó por convertirse en su profesión, en su oficio. Eduardo Riaza elaboraba en su casa como hobby cerveza, en todo esto se cruzó un amigo común que le puso en contacto con Ignacio, el socio principal de Goose, que quería montar una fábrica de cerveza pero que carecía del tiempo suficiente para poder dedicarse a ello. Al necesitar a alguien que estuviera al frente, Eduardo dio el paso. Ya había terminado su carrera universitaria y estaba buscando que hacer.
Tras los primeros pasos y trámites administrativos necesarios, en julio de 2013 fundaron la empresa y a finales de 2014 ya estaban elaborando la primera producción de Goose, una cerveza artesanal que se elabora en el Real Sitio.
Una cerveza con aspiraciones muy local pero que han ido saliendo a otros mercados, como Madrid. En Segovia esperan empezar a comercializar en septiembre de este año.
Goose es una empresa formada por un grupo de 18 amigos, 18 “gansos”, como a ellos les gusta llamarse, en el que todos hacen de todo, y que han visto como se va abriendo paso poco a poco.
En la fábrica, ubicada en la Calle Alijares, se encargan de realizar todo el proceso menos la cebada que ya llega malteada. Ahí realizan el macerado, la cocción, el fermentado, el embotellado y el etiquetado. Todo el proceso se realiza en este local de apenas 100 metros cuadrados. En estos momentos cuentan con 1.200 litros de producción de cerveza a la semana, pero están ampliando, y cuentan con un nuevo fermentador que les permitirá alcanzar los 4.000 litros semanales.
Goose elabora dos tipos de cerveza, una más suave y otra más amarga, las dos un poco tostadas, y esperan sacar para el verano una más liguera y fresca. Este grupo de “gansos” —de ahí el nombre de la cerveza—, considera que lo bueno no se riñe con el humor.
El etiquetado de las cervezas es sobrio y elegante, pero también diferente. En la propia etiqueta cuenta con significados de la palabra ganso o con la silueta de rostro de un amigo recientemente fallecido como homenaje.
Desde Goose permiten realizar visitas a la fábrica los fines de semana, normalmente los sábados al mediodía para grupos de unas 15 personas, para que puedan conocer in situ el proceso de elaboración de tan particular cerveza, y donde después de esa visita se les ofrece a los visitantes un aperitivo y que puedan degustar la cerveza que con tanto mimo hacen.
Dos tipos de cerveza con las que cuenta en sus inicios Goose, pero que entre las dos hay un nexo de unión. Desde el inicio la filosofía era crear una cerveza con carácter y que les definiera, una cerveza con mucha complejidad de aromas y sabores, una experiencia para el paladar.