El encarecimiento de los precios de las materias primas: trigo, cebada, soja, maíz… está ocasionando un enorme perjuicio entre el sector ganadero que ve cómo sus explotaciones no pueden pervivir debido al incremento de los costes de la alimentación y a los bajos precio a los que venden la leche y la carne que comercializan, sin unos precios mínimos garantizados mediante contrato.
Así lo manifiesta en un comunicado Gabriel Alonso, presidente de Urcacyl, que opina que en esta crisis, que está afectando de forma directa a las estructuras cooperativas tanto de fabricación de piensos como de comercialización de leche y carne, también está influyendo la actual política de desregulación del mercado, que ha llevado a la práctica desaparición de las reservas mínimas de cereales en las existencias comunitarias de la intervención.
Las cooperativas de piensos -dice-, que son propiedad de los propios ganaderos y que ajustan al máximo los precios que les repercuten, ven con gran preocupación la situación del sector ganadero, que no puede hacer frente como desearía al pago de la alimentación de sus animales, produciéndose cada vez de forma más frecuente demoras y retrasos.
Por otro lado las cooperativas ganaderas ven peligrar su continuidad, debido al debilitamiento de las explotaciones de sus socios, que perciben precios por sus producciones similares a los de hace varias décadas.
Para los responsables de URCACYL, el escenario actual es alarmante y puede llevar a la desaparición de sectores que deben ser considerados estratégicos para el futuro de la alimentación de la sociedad. No es una exageración; la situación es muy preocupante, asegura.
