El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, se felicitó ayer en Valladolid por el descenso de la siniestralidad en materia de incendios a lo largo del presente mes de agosto, situación a la que, según él, habrían contribuido también una caída de las temperaturas y el aumento de la humedad en los montes de Castilla y León.
Sin embargo, Suárez-Quiñones confió en que esas “mejores cifras” obtenidas en la lucha contra el fuego en este mes tengan que ver también con una mayor “concienciación ciudadana ante el desastre que han supuesto los incendios intencionados registrados en julio, lo que quizá ha llevado a alguien a sujetarse a la hora de quemar el monte”.
De lo que no tiene ninguna duda Suárez-Quiñones es de que el trabajo de los servicios de extinción de la Junta fueron decisivos a la hora de minimizar los efectos de los fuegos desatados en julio, y ello a pesar de las críticas que el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes vertió respecto del carácter “obsoleto” de los medios aéreos utilizados en esta campaña.
En este sentido, el consejero puso como ejemplo de la eficacia del servicio el hecho de que el 80% de los más de doscientos fuegos declarados quedó extinguido en menos de tres horas.
“Los datos están ahí, teniendo en cuenta además de que los trabajos se han realizado en las peores condicionales climatológicas”, enfatizó Suárez-Quiñones, quien recordó que ha presenciado ‘in situ’ la labor desplegada por los efectivos contra incendios y, por ello, rechazó el carácter obsoleto de los medios aéreos. “Todo es mejorable, pero se trata de un dispositivo profesional y adecuado”, insistió.
Además, el titular de Fomento comprometió el apoyo de la Junta para recuperar los espacios devastados por los fuegos registrados en Latedo (Zamora) o en Quintana del Castillo (León) el pasado mes de julio. “Van a recibir el apoyo y recursos que permitan nuestra normativa”, destacó.
Suárez-Quiñones realizó estas declaraciones durante la presentación del balance de los incidentes atendidos por el servicio de Emergencias Castilla y León 112 a lo largo del primer semestre del año, donde declaró que estos aumentaron un 16,4% hasta llegar a un total de 138.430 incidentes, lo que supuso una media diaria de 765 casos.
Además, aseguró también que este servicio registró un menor número de llamadas, 611.926 en total, con una media diaria de 3.381 comunicaciones y un tiempo medio de respuesta que no excedió los 5,6 segundos.
Gracias a ello, la valoración de los ciudadanos respecto de la tardanza a la hora de ser atendidos al otro lado del teléfono se eleva al 96,74%, mientras que la satisfacción es todavía mayor, hasta el 98,02%, cuando se trata de evaluar el trato recibido por el operador.
En este sentido, el consejero precisó que su comparecencia no tenía al objetivo de “lucir datos sino de reconocer la labor permanente ofrecida por los trabajadores” de un servicio que definió como “esencial para la protección ciudadana en Castilla y León, con el objetivo de garantizar una respuesta acorde a la emergencia registrada”.
Suárez-Quiñones, acompañado por el director general de la Agencia de Protección Civil, José Luis Ventosa, atribuyó el incremento en el número de incidencias atendidas en esta primera mitad del año al fuerte temporal de nieve y lluvia registrado el invierno pasado, fundamentalmente en las provincias de León, Burgos y Palencia.
Del total, destacan las 1.047 solicitudes de máquinas quitanieves y los 362 avisos por vehículos atrapados por la nieve, frente a los 323 y 165, respectivamente, del año 2014. De la misma manera, llama la atención el incremento en el número de intoxicaciones por monóxido de carbono, que pasó de las 42 registradas en el primer semestre de 2014 a las 123 entre enero y junio de este año.
Además, el 112 gestionó la atención para 6.407 accidentes de tráfico sin heridos, casi 2.400 accidentes con heridos, 473 atropellos, 316 incendios en viviendas y más de 150 rescates en montaña o en zonas de difícil acceso.
