Ayer quedó instalada la primera de las ruedas hidráulicas que conformarán el museo permanente de la Casa de la Moneda y con las que el visitante podrá comprobar cómo se movía el ingenio de la moneda aprovechando la energía del río Eresma. El agua volvió a entrar por el canal en el complejo para mover la rueda, construída por el carpinterio, Miguel Ángel Moreno, con la financiación de la Fundación Juanelo Turriano.
Con la supervisión del experto en patrimonio industrial, Miguel Ángel Moreno, ayer se comprobó el buen funcionamiento de la rueda con el agua procedente del río, que ya había sido probada con anterioridad con una bomba. La Fundación Juanelo Turriano se ha comprometido a financiar la construcción de otras dos de estas ruedas, las destinadas al accionamiento del martinete y fuelle del taller de herrería que formarán parte de la exposición permanente del Museo de la Casa de la Moneda de Segovia, de acuerdo con los proyectos museológico y museográfico del mismo.
De la realización material de la rueda se ha encargado el segoviano Miguel Ángel Moreno, de acuerdo con el proyecto presentado por los investigadores José María Inzaga y Jorge Soler. La fabricación se sustenta en el trabajo que ambos investigadores realizaron sobre la tecnología del siglo XVI, al que se ha incorporado informaciones obtenidas de los estudios arqueológicos realizados en el edificio y canales de la Casa de la Moneda.
La rueda tiene 2,20 metros de diámetro, cuenta con 16 palas rectas y su peso es de unos 600 kilos. Está fabricada en madera de Pino Tea , procedente de Canadá. Se trata de una madera muy resinosa. Resistente al desgaste, sumergida se endurece ilimitadamente. No en vano, las ruedas hidráulicas estaban siempre mojadas, a través de pequeños canales, puesto que la humedad permitía su conservación.
