Una prueba por partida doble. El cierre de la campa de la estación de autobuses, para realizar un ensayo técnico, sirvió ayer para poner a prueba las medidas de tráfico y traslado de paradas de los autocares que están previstas cuando la terminal sea sometida a obras de reforma. Se cerrará, en principio, durante un mes, durante el mes de mayo o junio.
Ahora las pruebas de carga obligarán tan solo a cerrar la campa tres días (ayer, hoy y mañana), un tiempo en el que los responsables del Ayuntamiento y de la Junta van a tomar buena nota en relación a si el traslado de la parada al paseo de Ezequiel González es acertado, si esta circunstancia provoca retrasos en las expediciones y, sobre todo, si se goza de la paciencia y comprensión de los usuarios de la terminal y de los conductores que circulen por sus alrededores.
A primera hora, la campa se cerró y la carga y descarga de pasajeros de la estación se realizó en el paseo de Ezequiel González, en el tramo comprendido desde la terminal y el paso de peatones junto a la calle Los Barreros. Los viajeros, tras comprar sus billetes en las taquillas de la estación, tomaban los autocares en el paseo de Ezequiel González, en el carril en sentido subida, unos autobuses que aguardaban su turno en la explanada del Velódromo. Por su parte, los usuarios se apeaban en la zona de enfrente; una zona algo más conflictiva para el tráfico, amortiguada por la rapidez con la que los viajeros bajaban de los autobuses.
“Están saliendo todas las expediciones sin problemas”, aseguraba ayer el jefe de sección de Explotación e Inspección de Transportes de la Junta, Javier Jiménez Arribas, encargado de supervisar el normal funcionamiento de los servicios, pese a las circunstancias excepcionales. “Son tres días solo, pero esto nos sirve como experiencia para el futuro”, añadió Jiménez, quien recordó ayer que en 2004, en la anterior reforma de la ‘estación’, también se aplicó este dispositivo, durante más de un año, “y no hubo grandes problemas’.
Tanto el jefe de Policía Local, Julio Rodríguez Fuentetaja, como la concejala de Tráfico, María José de Andrés, aseguraron que la jornada estaba desarrollándose “con normalidad”. “Llevamos toda la mañana funcionando así y de momento la medida parece que es eficaz, los autobuses esperan en la zona del Velódromo y luego cargan pasajeros aquí en Ezequiel González”, apuntó el jefe policial; mientras que De Andrés manifestó su confianza en la “comprensión y paciencia” de los segovianos.
En cuanto a la prueba de cargas en la campa, De Andrés explicó que la explanada se cerró a primera hora; después de que se reforzaran algunos puntos de la estructura del aparcamiento inferior de Ezequiel González; de donde se retiraron los vehículos particulares —a los inquilinos se les ha entregado una tarjeta temporal de la ORA— y los asociados al servicio de grúa y depósito municipal. Después, se instalaron las máquinas medidoras de calibración en los dos puntos coincidentes con aquellos en los que, en la parte superior de la campa, se iban a posicionar los dos camiones cargados de arena, que se aparcaron a última hora de la mañana.
El objetivo es conocer la carga que soporta la campa y su distribución sobre toda la estructura, que sirve de techo al aparcamiento subterráneo. Los camiones permanecerán 24 horas; y luego se medirá los cambios en la estructura y la dilatación de los forjados. Tras un reposo de 48 horas, esto es, el jueves, volverán a hacerse las mediciones para redactar el informe que se incorporará al proyecto de remodelación de la terminal. “Confíamos que responda bien la estructura, para poder dar el visto bueno definitivo al proyecto y licitar las obras”, indicó De Andrés.