Ningún lobo (Canis lupus) fue atropellado en las carreteras de la provincia de Segovia durante 2014, de acuerdo a los datos que obran en poder del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta. No obstante, sus responsables matizan esa información, advirtiendo que “el hecho de que no hayamos tenido constancia no quiere decir que no ha habido”. “Nos extraña un poco —agregan—, pues los atropellos nocturnos eran muy frecuentes”.
La ausencia de este tipo de sucesos (o la inexistencia de información sobre los acaecidos) contrasta con la abundancia de accidentes de vehículos con lobos en la última década. De hecho, los atropellos están considerados por los expertos como una de las principales causas de mortalidad de los lobos segovianos.
Especialmente sangriento resultó el periodo comprendido entre otoño de 2008 y otoño de 2009, cuando al menos siete lobos murieron tras recibir un golpe de un vehículo. En aquel caso, la mayoría de los atropellados murió coincidiendo con la época en la que los adultos comienzan a enseñar a cazar a sus cachorros. De los siete caídos, seis fueron atropellados en las estribaciones de la Sierra de Guadarrama.
En 2012, al menos dos lobos resultaron arrollados. El primero de esos atropellos se produjo el 29 de septiembre de ese año, en el término municipal de Escobar de Polendos, y el segundo el 24 de noviembre, a escasos kilómetros, en término de Otones de Benjumea, núcleo perteneciente al Ayuntamiento de Torreiglesias.
Fuentes de la Junta han reiterado que estas muertes “no suponen un riesgo para la pervivencia de la especie”, cuya población se encuentra “prácticamente estabilizada” en la provincia.
El censo regional de lobo realizado por la Junta a lo largo de 2012 y 2013 revela que, en la provincia, el número de manadas es de diez. Determinar, en base a ese dato, la cifra de lobos en Segovia es una labor harto complicada, ya que la variabilidad de una manada a lo largo de un año dificulta sobremanera conocer el número exacto. Mientras que Yolanda Cortés, coautora del libro “Ecología, censos, percepción y evolución del lobo en España” aventura que una manada ‘tipo’ cuenta con entre cinco y siete ejemplares, la Junta estima que, en verano, un grupo suma en torno a nueve ejemplares. Teniendo en cuenta estas dos teorías, Segovia acumula, grosso modo, con entre 50 y 90 ejemplares.
En cuanto a la distribución en la provincia, los expertos afirman que diecisiete años después de que un lobo ‘explorador’, bautizado como ‘Nelson’, abandonara su manada al sur de Valladolid para asentarse en territorio de la provincia, iniciando así la colonización de su territorio, la especie está presente en toda su superficie.
La colocación de un transmisor a dos lobas segovianas, ‘Senda’ y ‘Jimena’, a mediados de la pasada década, proporcionó a los investigadores numerosos datos sobre el comportamiento de la especie.
De acuerdo al último censo de la Junta, el lobo ha incrementado en diez años de forma exponencial sus efectivos en la Sierra de Guadarrama; al tiempo, en la Tierra de Pinares el número de manadas en 2013 era igual al de 2001. Y en los ‘Páramos calizos del sur’, en referencia a las tierras de Fuentidueña, Sepúlveda, Riaza y Ayllón, ha especie ha sufrido un leve declive.
