El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, afirmó durante el día de ayer que hay “plena actividad” para encontrar a los periodistas españoles que desaparecieron en Siria y pidió “tranquilidad” al recordar que en el pasado se produjeron otros secuestros que se resolvieron de forma positiva.
En un foro en Casa de América, en Madrid, el ministro ha señalado que su departamento está en contacto permanente con la Embajada de España en Ankara, que es la que lleva las operaciones, dirigidas por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Igualmente, hubo contactos con las embajadas de “todos los países amigos”, según García-Margallo, que también ha hablado con el enviado especial del secretario general de la ONU en Siria, Staffan de Mistura, sobre la situación de Antonio Pampliega, Ángel Sastre y José Manuel López.
A preguntas de los periodistas sobre los detalles del secuestro, una información apunta a un grupo de hombres armados en Alepo,, contestó que el Ministerio no maneja hipótesis y que de momento no hubo reivindicación de ningún grupo. “Lo que nos preocupa es traerlos a casa cuanto antes sanos y salvos”, añadió.
“Tengan la absoluta seguridad de que el Servicio Exterior español, cada vez que hay un compatriota en dificultades, ponemos lo mejor de nosotros mismos. Contamos con todos nuestros amigos y aliados, contamos con Naciones Unidas y estamos haciendo todo lo que podemos humanamente”, aseguró.
El presidente del Gobierno, expresó su solidaridad con las familias de los tres periodistas españoles que se encuentran desaparecidos en Siria -apuntó que el único objetivo es que vuelvan a casa.
En un encuentro informal con periodistas tras pronunciar una conferencia en el Club Antares de Sevilla, Rajoy explicó que el 10 de julio, los tres reporteros desaparecidos entraron por Turquía hacia la ciudad siria de Alepo y que el 12 de julio es el último día en el que tuvieron contacto con compañeros de España y, desde entonces, no se sabe nada más.
Rajoy se refirió a las duras condiciones que se dan en Alepo, una ciudad en continuo combate, mientras que las vías de transporte son limitadas y hay problemas de electricidad. Sobre la situación de los tres reporteros, indicó que “no se descarta ninguna hipótesis y que lo único contrastado a día de hoy es su desaparición”, indicó.
