El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reivindicó el “orgullo” de los logros socialistas e insistió en que su partido puede recomponer “la mayor fractura social, política y territorial” que, a su juicio, provocó el Gobierno actual. En un discurso en el que ignoró a Podemos, Sánchez centró todas sus críticas en la derecha y avisó a los suyos: “A quien teme el PP es el PSOE”.
Sánchez cerró la Conferencia Autonómica del PSOE con una entusiasta arenga a los 2.500 militantes reunidos en Valencia, que le aclamaron en pie al grito de “presidente, presidente”, y ante quienes defendieron que “en ganas de ganar a la derecha”, a los socialistas no les gana “nadie”.
Rodeado de los candidatos autonómicos que pasarán por las urnas a lo largo de este año, a excepción de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, con gripe, y la navarra María Chivite, en avanzado estado de gestación, el secretario general afirmó que ya “se terminó el cuento de la derecha” y afirmó que “es posible derrotar” al PP si los socialistas se movilizan y suman fuerzas.
Sánchez apuntó que algunos dicen que “no son tiempos fáciles” para el PSOE, pero, recalcó que este partido “nunca” lo ha tenido fácil”. “Hemos sufrido dictaduras, hemos vivido tiempos de cárcel y de exilio, de clandestinidad, hemos tenido que soportar y hacer frente al terrorismo que quería hacernos desaparecer y siempre hemos sabido resistir y avanzar”, dijo.
Por eso, recalcó, los populares les “temen”, porque saben que “mientras exista el PSOE, habrá millones de personas defendiendo la libertad, la igualdad y la justicia social”, como han hecho hasta ahora. “Ya va siendo hora de que digamos alto y claro que lo mejor que le ha pasado a este país lo hemos hecho los socialistas”, afirmó.
Un día después de la multitudinaria manifestación de Podemos en las calles de Madrid, Sánchez onvió el partido de Pablo Iglesias y no hizo ninguna mención a esta nueva formación política. La única referencia en sus 35 minutos de intervención la hizo al inicio, cuando defendió que España “ya no soporta más divisiones”, ni las que provoca el PP ni las de “los que pescan en el río revuelto del desencanto”.
Al margen de esto, Sánchez centró todo sus ataques en el PP y su objetivo electoral, en ganar a la derecha, que es “ganar al paro y a la pobreza laboral, a la desigualdad, a la resignación y derrotar a la corrupción”. “En ganas de ganar a la derecha, no nos gana nadie”, dijo.
El líder de los socialistas denunció que la derecha gobierna España “como si fuera un Plan Contable” y utiliza la crisis como “la excusa perfecta para imponer su catecismo ideológico”, para “recortar derechos” y para “quitar la libertad”.
España, defendió, “no necesita un Plan Contable, sino “un Plan Ético, asentado en los principios de igualdad, libertad, dignidad y convivencia”, como propone el PSOE.
