A finales del pasado mes de agosto, el CD Base celebró una asamblea extraordinaria en la que se diseñó un nuevo futuro para el club de baloncesto, con la entrada en la junta directiva de varias personas muy vinculadas al deporte de la canasta en Segovia, bajo la presidente de Enrique Gómez.
Ocho meses después, el club ha venido trabajando paso a paso, con la premisa fundamental de no abarcar más de lo económicamente posible. Se han frenado algunos proyectos precisamente por no tener la seguridad plena de que se iban a poder sufragar, pero a cambio el CD Base ha mantenido su estabilidad, con el conjunto de Primera Nacional bien asentado en la categoría, y la cantera de jugadores funcionando a pleno rendimiento desde la Liga Avispa Calixta, cuyo funcionamiento no tiene más que elogios por parte de los participantes, como por parte de los equipos del club que militan en las categorías regionales, amén del Centro de Tecnificación, inaugurado a principios de año.
Ahora, esa estabilidad se va a ver alterada por la dimisión del presidente. Enrique Gómez dirá adiós a su función de máximo mandatario del club, por motivos estrictamente laborales, que nada tienen que ver con el funcionamiento de la entidad que ha presidido durante estos ocho meses.
“Tengo muy difícil seguir, por un problema meramente profesional. Llevo varios años preparando un proyecto junto con otras empresas, y lo vamos a sacar adelante. Dependemos de nuestro trabajo, y eso me va a exigir mucho tiempo. Y el poco que me quede lo dedicaré a mi familia”. Así comienza a explicarse Quique Gómez, que desde el principio se muestra muy autocrítico, “porque no puedo estar ayudando a medias, como hacemos todos. O lo hacemos bien, o va a ser difícil sacarlo adelante. Hace falta alguien que tenga tiempo para dedicarse al CD Base, porque este club tiene buena imagen entre las instituciones y las empresas, pero no hemos sabido explotarla”.
No cabe duda que un comienzo algo atropellado del club esta temporada, “ya que cogimos el club el 23 de agosto, y nos pusimos a funcionar el 27, por lo que llevamos toda la temporada achicando agua”, ha llevado al CD Base a no cumplir con sus objetivos iniciales, según comenta su presidente, que considera que “esta temporada ha sido la de las expectativas incumplidas. Bien es cierto que hemos andado de cabeza desde el primer momento, y eso como excusa está bien, pero ya no hay excusas”.
Aunque indudablemente el club ha funcionado bien, el presidente prefiere incidir en lo que no se ha hecho tan bien: “Dije hace tiempo que el CD Base tenía que basarse en tres pilares: El deportivo, el administrativo, y el de comunicación y markéting. Pero para que estos aspectos funcionen, necesitas pagar a profesionales que se dediquen a ello, y nosotros no hemos podido hacerlo. Los diez directivos que estamos en el club hemos sacado poco a poco todo este trabajo, pero no lo estamos haciendo bien, porque no nos dedicamos específicamente a esos tres aspectos, y eso se nota”.
Y ¿quién podría liderar el proyecto del CD Base? Quique Gómez lo tiene claro: “Pedro Rivero. Pero está a 500 kilómetros, y tiene su profesión. Conoce el mercado de baloncesto, conoce gente, tiene contactos… sería la bomba, pero posiblemente a dos o tres años vista. A día de hoy no puede ser. Yo tengo claro quién podría ser ahora, pero debe ser alguien que tenga tiempo, que tenga ganas, y que sepa de baloncesto. Y en Segovia lo hay”.
En la próxima reunión que celebre la directiva del CD Base se tratará este tema del relevo en la presidencia, pero también se hablará del futuro del club, “ya que es el momento de crecer, porque no hay competencia en deporte en Segovia capital. El fútbol sala está ahí, pero no es lo que era, en fútbol la Segoviana no parece remontar, no hay voleibol, no hay balonmano… el que despunte se lo lleva. Todos estamos de acuerdo en que ahora es el momento, pero nuestras vidas profesionales nos restan demasiado tiempo como para poder afrontar un proyecto importante. Todos ayudamos, pero nadie lidera. Me encantaría ser ese líder, pero ahora no puedo serlo, y me daría mucha rabia que no pudiéramos aprovechar esta oportunidad”, se sincera Quique Gómez.
“¿Y por qué no unir al baloncesto?”
Quique siempre ha abogado por la unión de fuerzas, y más en un momento propicio para crecer: “Tengo claro que su uniéramos fuerzas, y me da igual si ese proyecto lo llevara el Unami, el Basket 34, o el CD Base, seríamos muy potentes. El CD Base tiene la Avispa Calixta, el Centro de Tecnificación y el equipo de Primera. El Basket 34 tiene una cantera amplia y una directiva bien formada. El Unami cuenta con un vivero de jugadores importante. Si unimos todo eso… ¿por qué no?. La unión hace la fuerza, y el ciclismo segoviano es el ejemplo.
Nosotros tenemos un acuerdo tácito con el Deportivo Independiente, que ha montado una liga fantástica, que es hermana de la Avispa Calixta, como es el Diversala. ¿Por qué no unir ambos proyectos? Seríamos mucho más fuertes, y podríamos ir a un patrocinador y ofrecerle la Avispa Calixta, con 300 participantes todos los fines de semana, más el Diversala, con otros tantos. Coge un gestor, y no dos como ahora, y ahorras costes, aumentando tus ingresos. Y así puedes hacer Diversala, Diverbasket, y ampliar a Diverbalonmano, a Divervoley… juntémonos y hagamos las cosas. ¿Por qué tenemos miedo a sentarnos y a hablar de ello? Sé que es difícil, pero quizá deberíamos intentarlo. Dejemos de ser cabezas de ratón. Si solos somos capaces de hacer un Jesuitinas, o un Caja Segovia, ¿qué no conseguiríamos juntos?”
