La nao navega a toda vela, casi con quince lonas, una por cada uno de los años de vida de la compañía referente en España en teatro medieval y renacentista. Nao D’amores, compañía residente en Segovia y dirigida por la también segoviana Ana Zamora cumplirá en 2016 su 15 aniversario; un cumpleaños que bien merece una celebración, acorde con la gesta de haber logrado atrapar a crítica y público con obras y textos que no forman parte del repertorio habitual y que habían quedado al margen de la escena actual.
El estreno de una nueva obra y una presentación “potente” en Madrid serán solo algunas de las propuestas para 2016 de Nao D’amores; una compañía a la que ya ayer se le rindió homenaje en el ciclo “Razones poéticas”, organizado por la Real Academia de San Quirce en colaboración con la UVa. El académico Juan Manuel del Barrio conversó con Ana Zamora sobre “Teatro, o los sueños y el tiempo”; y, en una segunda parte, tuvo lugar un encuentro “pseudoteatralizado” con la participación de la actriz Eva Rufo y la músico Isabel Zamora, donde se recordó, además, el Día de los Derechos Humanos.
Momentos antes de su participación en este acto, Zamora, en declaraciones a EL ADELANTADO, aseguró que quince años sobre el escenario es algo “casi heroico para una compañía como la nuestra” que desarrolla una labor de investigación y formación para la puesta en escena del teatro medieval y renacentista; aunque también, desde 2013, ha planteado otras vías de trabajo vinculadas al mundo contemporáneo, con el estreno de “Penal de Ocaña”, inspirada en los diarios de la abuela de la directora, la filóloga María Josefa Canellada.
Su último montaje de teatro prebarroco, “Triunfo de Amor”, estrenado este año, permanece ahora “a la espera”, en tanto que la compañía gira con “Penal de Ocaña” por circuitos de salas de teatro alternativas, espacios que, según explica Zamora, no había pisado hasta ahora la compañía. Acaban de llegar de Zaragoza y Pamplona y su siguiente destino es Valencia; un otoño centrado en España, después de haber girado la obra, especialmente el año pasado, por países como Bolivia, Ecuador o Portugal.
Zamora aclara que la compañía no ha olvidado otro de los espectáculos que más satisfacciones ha dado a la compañía, “El Cristo de los Gascones”, “el clásico entre los clásicos”, sostiene la directora, que hace poco han representado en la mostra española de Portugal.
Uno de los ‘puntos fuertes’ de la celebración del 15 aniversario será la presencia de Nao D’amores en el Teatro de la Abadía, en Madrid. Los promotores quieren que la compañía celebre allí sus 15 años “haciendo un viaje del pasado al presente” con la presencia en cartel de dos de sus obras al mismo tiempo: “Triunfo de Amor” y “Penal de Ocaña”. Se trata de una presentación “potente” en Madrid, afirma Zamora, en tanto que Nao D’amores representará durante casi dos meses, entre abril y mayo, las dos obras en las dos salas con las que cuenta el Teatro de la Abadía.
El segundo acontecimiento para 2016 será el estreno de un nuevo espectáculo, a principios de verano, de una obra de Gil Vicente (1465-1536). “Estamos en los últimos puntos de la producción, queremos finiquitar este año plagado de funciones para cuadrar un programa en 2016 que combine todas nuestras líneas de trabajo, la formación e investigación por un lado y la creación por otro”, afirma Zamora, que considera que Nao D’amores “siempre ha tenido el gusto y casi la obsesión por revisar el pasado”. “No es una cuestión plástica o estética, es sobre todo conceptual, desde la perspectiva que sustenta una confianza absoluta en el valor de la historia para entender lo que somos y todo eso lo transmitimos a través del teatro”, asegura.
Nao D’amores articula técnicas escénicas muy primitivas desde una óptica contemporánea para reivindicar el hecho teatral en su carácter específico, único e irrepetible. “Cuando se hace teatro antiguo, no se debe perder la perspectiva de conexión con el hoy, porque el teatro no es simplemente una manera de ocio, sino un espacio para el encuentro de la sociedad consigo misma”, sostiene Zamora.
La directora teatral y dramaturga hace teatro, según confiesa, no solo para contar una historia sino para intentar “marcar” al público una concepción del mundo y de la vida. “Muchas veces los espacios para el público son muy lejanos históricamente, pero esa distancia es la que le permite reencontrarse con conceptos esenciales de la vida”, añade la directora de Nao D’amores, que recuerda como otros autores ya han proclamado que el teatro clásico es “una vía para soñar otros mundos más lejos que nuestras pobres sociedades capitalistas”.