El presidente francés, François Hollande, reiteró ayer que no se presentará a la reelección en el año 2017 “si no baja el paro”, manteniendo así el compromiso expresado por primera vez en 2014 y que supone vincular su carrera política a la evolución económica del país.
Hollande subrayó que “asumirá” sus responsabilidades y, durante una entrevista, se comprometió a no ser de nuevo el aspirante socialista al Elíseo “si no baja el paro”. “¿Los franceses me darían su confianza si no he obtenido resultados?”, preguntó, si bien no quiso aclarar cuáles son sus deseos.
El presidente también se refirió al futuro político de su primer ministro, Manuel Valls, y descartó una posible salida. “Tiene intención de seguir hasta el fin del quinquenio”, añadió, en un aparente cierre de filas con el jefe del Gobierno galo.
Hollande también defendió la lucha de las actuales autoridades contra el terrorismo, en un año especialmente convulso que comenzó a principios de enero con el asalto a las oficinas de la revista satírica ‘Charlie Hebdo’ en París y continuó con el asalto a una central eléctrica en junio.
Amenaza constante
“Todas las semanas, impedimos actos terroristas”, destacó el presidente. No obstante, reconoció que Francia aún debe “mejorar el sistema” y planteó la necesidad de aplicar una nueva ley sobre la vigilancia que permita reforzar las tareas de prevención.
Hollande aclaró que no rebajará antes de que acabe el año el actual nivel de vigilancia, en base al cual existen “30.000 policías y gendarmes” responsables directamente de proteger a la población. El mandatario anunció, de hecho, un refuerzo de “10.000 militares” para estas tareas.
“Somos un pueblo que no debe ceder nunca al terror”, justificó el jefe de Estado, que acudió al desfile por el Día Nacional.
