Los ministros de Defensa de la OTAN acordaron reforzar su Fuerza de Reacción Rápida hasta los 40.000 militares y agilizar el proceso de toma de decisión política y militar para facilitar su despliegue.
“Hemos decidido aumentar más la fuerza y capacidad de la Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN, incluido sus componentes aéreo, marítimo y de operaciones especiales. En total, la Fuerza de Reacción Rápida reforzada se elevará a hasta 40.000 militares. Esto es un aumento sustancial respecto al nivel anterior de 13.000”, explicó en rueda de prensa el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Los Veintiocho también acordaron “medidas para acelerar” la toma de decisión a nivel político y militar para facilitar eventualmente su despliegue, entre ellas, delegaron en el comandante supremo aliado, general estadounidense Phil Breedlove, la capacidad para poner en alerta a las fuerzas y preparar a las tropas para el despliegue, que seguirá sujeto a “una decisión política”.
Los ministros de Defensa también idearon “un nuevo concepto de planificación avanzada”. “La planificación avanzada detallada y la toma de decisión rápida son dos caras de la misma moneda. Significa que podemos responder más rápido y más eficaz a amenazas, con independencia de donde vengan”, recalcó el noruego.
Asimismo, los aliados finalizaron el diseño y composición de seis pequeños cuarteles generales que decidieron crear en los países bálticos, Polonia, Rumanía y Bulgaria de aquí a finales de año, cada uno con 40 personas y que serán “clave” para “la planificación, ejercicios y asistir en un refuerzo potencial” de fuerzas, a los que se añadirán otros en otros países, que no detalló.
Por último, acordaron crear “un nuevo cuartel general permanente conjunto de logística” que permitirá “movilizar las fuerzas más rápido en el territorio de la Alianza con los suministros necesarios, equipos y transporte”, pese a que la sede central del mismo está aun por definir.