El Colegio de Enfermería de Segovia y el sindicato Satse piden al consejero de Sanidad, Antonio María Saéz Aguado, que “presione y rechace” el Real Decreto de la ‘Prescripción enfermera’, ya aprobado por el Consejo de Ministros y pendiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Esta norma plantea que una enfermera necesita que el profesional prescriptor (el médico) valide a través de un protocolo o guía de práctica clínica y asistencial las actuaciones de los enfermeros a seguir en un proceso asistencial. Por ello, “legalmente las enfermeras no podríamos administrar ningún fármaco si antes no hay un «prescriptor» que determine el diagnóstico médico del paciente”, señalan conjuntamente las organizaciones colegial y sindical.
Las representantes de un colectivo de cerca de un millar de profesionales de Segovia piden el apoyo del titular regional de Sanidad para conseguir parar una normativa que, según sus explicaciones, dañará también al paciente y reducirá la calidad de los cuidados que las enfermeras prestan a los pacientes. La norma en proceso de tramitación retrotrae a la Enfermería 40 años, hace que pierda competencias y supedita su autonomía a la vigilancia de los médicos, según critican la presidenta del Colegio de Enfermería, María José Uñón García, y la secretaria provincial de Satse, Sara Matesanz García.
Tanto Uñón como Matesanz aseguraron ayer ante los medios de comunicación, que el colectivo se siente “engañado e indignado” ante una norma que “nos deja a los pies de los caballos”.
La mecha que ha encendido las críticas de la Enfermería está en una frase del artículo tercero del Real Decreto en la que se indica que para que el enfermero aplique determinados fármacos o productos sanitarios “será necesario que el correspondiente profesional prescriptor haya determinado previamente el diagnóstico y la prescripción”.
Según expusieron Matesanz y Uñón, esto supone que cuando vayan a hacer una cura tendrán que llamar a un médico “para que nos diga que crema o parche ponemos”, igual ocurrirá a las matronas que manejan las pautas de oxitocina en los partos. También interfiere en las revisiones de los niños y en los calendarios de vacunación, en la asistencia a personas alérgicas e incluso estará condicionado el desarrollo de la campaña de vacunación frente a la gripe. Las dosis antigripales que ahora aplican las enfermeras no podrán administrarlas sin caer en intrusismo o previo control de otros profesionales.
“El Real Decreto nos imposibilita e incapacita; nos deja en situación de intrusismo y vacío legal ante funciones que ahora hacemos”, señaló la secretaria de Satse para quien la modificación introducida a última hora en la norma que esperan desde hace seis años muestra que el Gobierno ha hecho “primar el corporativismo de una profesión sobre otra y al final el perjudicado es el ciudadano”. De esta forma, las representantes de la Enfermería en Segovia hicieron referencia a la fuerza de la organización médica.
María José Uñón remarcó que “las enfermeras no pretendemos ni ser médicos ni ser otra profesión distinta a la que somos, porque la enfermería es una profesión con competencias propias. Lo que hacemos es cuidar a los pacientes y podemos hacer nuestros diagnósticos de enfermería y con ello los medicamentos que podemos administrar”. “No tenemos que meternos en el campo de los médicos —añadió la presidenta del Colegio— ni ellos en el nuestro”. En este mismo sentido, la secretaria de Satse recalcó que “no queremos prescribir un diurético o un antihipertensivo porque no somos médicos, solo queremos hacer los cuidados de enfermería de los que somos responsables, sin tener que estar en estado ‘paralegal’ o ahora ya como intrusas”. “Somos una profesión autónoma”, subrayó Sara Matesanz
El Colegio de Enfermería de Segovia y el Sindicato de Enfermería Satse, han hecho un comunicado conjunto donde afirman que “la profesión enfermera no puede permitir ninguneo alguno de nadie ni de estos políticos, ni del Partido Popular u otros partidos, ni del estamento médico. Ahora es el momento de decir ¡basta ya! Ante tanta humillación y desprestigio. La Enfermería se va a revelar y no aceptará más ataques”.
María José Uñón recordó que aunque el Real Decreto está aprobado en Consejo de Ministros, aún no se ha publicado en el Boletín Oficial de Estado y por lo tanto, no ha entrado en vigor. “Queremos que el Gobierno recapacite y (…) lo modifique en forma y en fondo; hay precedentes y se puede hacer”.