Sin lluvia, con humor y con mucha participación. El Carnaval segoviano no pudo tener ayer un mejor arranque, tras el desfile inaugural del sábado que finalmente la lluvia deslució por la noche. El tiempo quiso dar una tregua a las comparsas y dejó un día nuboso pero ausente de precipitaciones que animó a decenas de segovianos a presenciar en la Plaza Mayor el inicio de las fiestas carnavaleras. Con una aceptable puntualidad, las comparsas se dieron cita en el ágora segoviana acompañadas por la animación musical de la charanga La Chicuelina para asistir al pregón que preludia las fiestas, en el que la actriz, cantante y payasa Virginia Rodero hizo gala de un magnífico sentido del espectáculo para emplear la leyenda del Acueducto como eje argumental de su intervención.
Rodero, ataviada con un singular traje de juglar ceñido con una cazadora para combatir el frío, contextualizó en nuestros días el relato de la moza segoviana que quiso vender su alma al diablo para que éste le construyera un puente para llevar el agua hasta la casa de su ama.
Evocando la primera vez que actuó frente al público «en una función de Titiricole en la Plaza Mayor», Virginia Rodero utilizó la misma leyenda que interpretó entonces para dirigir su mensaje al público segoviano, pero introdujo elementos críticos como las preferentes, la inseguridad laboral o la corrupción acompañados por referencias actuales como las nuevas tecnologías o el empleo de las redes sociales como nueva forma de relación interpersonal.
Con una camaleónica capacidad de repentizar e interpretar un texto medido y my preparado, Rodero pidió a los segovianos que en estos días «os convirtáis en juglares, porque hay muchas cosas que criticar», y afrontó un inoportuno fallo de comunicación para corear a pleno pulmón el «viva Segovia» con el que concluyó su pregón. La alcaldesa Clara Luquero —que lucía una gorra prestada por el coordinador municipal de Cultura Fernando Ortiz como guiño al Carnaval— entregó a la actriz la máscara conmemorativa de su condición de pregonera como recuerdo de su intervención.
Tras el brillante arranque festivo, llegó el turno de la elección de los Príncipes del Carnaval, ya que en la noche del sábado fueron designados Rosa y Víctor los integrantes de la comparsa Para que Tu lo Bailes como Reina y Rey del Carnaval segoviano. Al igual que en la elección de los reyes, los representantes de las comparsas participantes se reunieron para elegir a los herederos, honor que este año recayó en los jóvenes mosqueteros de la comparsa El Tudel tras una única votación.
Los príncipes recibieron su banda acreditativa así como un obsequio de parte del Ayuntamiento, al igual que el resto de representantes infantiles de las demás comparsas.
Posteriormente, llegó el turno de la música, la crítica y el humor de la mano de las coplas preparadas por las comparsas para esta edición del Carnaval. Por el escenario situado frente a la Casa Consistorial fueron pasando las distintas agrupaciones carnavaleras para cantar ante el público sus coplas en las que diseccionaron con afilada ironía asuntos de la más candente actualidad.
El «pequeño Nicolás», la corrupción, Pujol, Urdangarín, Pablo Iglesias y, como no, los acontecimientos cotidianos de la vida política municipal fueron los temas obligados en cada una de las letrillas de las comparsas, acompañadas con la música de pasodobles o del recurrente «Happy» de Pharrell Williams. No será hasta el próximo domingo cuando se conocerán los finalistas y la comparsa ganadora.
Además de las comparsas oficiales, ayer pudieron verse otras agrupaciones dispuestas a participar, como la de padres y alumnos del CEIP Martín Chico, que reivindicaron su proyecto de Camino Escolar disfrazados de semáforos y de señales de tráfico.
