El Banco Central Europeo (BCE) anunció que mantendrá la línea de asistencia de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés) a los bancos griegos en los niveles fijados el pasado 26 de junio, es decir, con techo de 89.000 millones de euros, pero eleva las garantías exigidas.
Esta liquidez “sólo podrá ofrecer a cambio de suficientes colaterales”, según advirtió el BCE en un comunicado, en el que también subraya que el consejo de gobierno del banco europeo “vigilará estrechamente” la situación en los mercados financieros y su potencial implicación en las políticas monetarias y el balance de riesgos para la estabilidad de los precios en la eurozona.
El BCE explica su decisión, tomada tras discutir una propuesta del Banco de Grecia, con el argumento de que la situación financiera del país tiene un “impacto en los bancos griegos”, debido a que las garantías para el ELA dependen fundamentalmente de activos “relacionados con el Gobierno”.
El BCE concluye declarando su determinación para emplear “todos los instrumentos disponibles” dentro de su mandato.
Ayuda inmediata
El Fondo Monetario Internacional (FMI) está preparado para prestar asistencia a Grecia en el caso de que le sea solicitado, según informó la directora gerente de la institución, Christine Lagarde.
“Estamos observando de cerca la situación y dispuestos para asistir a Grecia si así nos es solicitado”, declaró Lagarde en un comunicado, donde señala que la institución “toma nota” del resultado del referéndum celebrado en Grecia este domingo.
La directora gerente de la institución internacional no específica en su nota qué tipo de asistencia está preparado a brindar el FMI después de que Grecia no hiciera frente a final de junio a los vencimientos de deuda previstos.
En concreto, el pasado 30 de junio Grecia se convirtió en el primer país desarrollado en no hacer frente al pago de su deuda con el FMI, después de no haber abonado los algo más de 1.500 millones de euros correspondientes a los vencimientos de junio del país heleno con la institución.
Tras confirmase el impago de Grecia, el FMI situó al país “en mora”, lo que implicaría que el país heleno sólo puede recibir financiación del Fondo una vez que las deudas sean saldadas.
El presidente francés, François Hollande, reclamó al primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, que presente una serie de “propuestas creíbles” para afrontar la crisis de deuda de su país, al tiempo que le advirtió de que “no queda mucho tiempo” y existe una “urgencia” tanto para su país como para la Unión Europea. Hollande añadió que toma “nota” del resultado del referéndum griego.
