La iglesia románica de San Juan de los Caballeros fue ayer el destino elegido por el Museo de Segovia para reeditar sus tradicionales ‘paseos’, en una actividad organizada en colaboración con la Asociación de Amigos del Museo.
Alonso Zamora Canellada, miembro de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce fue el cicerone de una visita en la que durante cerca de hora y media los visitantes pudieron conocer y descubrir las características que convierten al templo en uno de los más destacados del conjunto románico religioso de Segovia.
San Juan de los Caballeros cerró sus puertas al culto en 1843. En 1905, la iglesia fue adquirida por el pintor y ceramista Daniel Zuloaga para instalar su taller y su vivienda. Declarado Bien de Interés Cultural en 1931, desde 1998, el edificio alberga el Museo Zuloaga, filial del Museo de Segovia. Alonso Zamora, que hasta el momento de su jubilación fue director del Museo, es uno de los expertos que mejor conocen esta joya del románico segoviano.
En la visita, a la que asistieron más de una treintena de personas, se realizó un recorrido por el entorno y el interior del templo para mostrar las singularidades de este histórico edificio de origen visigodo, que sufrió una gran reforma a partir del siglo XI, de la que surgiría la iglesia románica.
La abundante y compleja decoración de la iglesia de San Juan de los Caballeros muestra la diferencia con el resto de edificaciones románicas de Segovia, hasta el punto de que solo es comparable, en toda la provincia, a la riqueza decorativa de la iglesia parroquial de Sotosalbos. Esta característica, sin embargo, no es extraña ya que el templo fue sede de los denominados Nobles Linajes, además de ser la iglesia más rica de uno de los barrios más ricos de la ciudad.
