Un bebé de tres meses perdió la vida tras ser degollado sobre las 08.00 horas de ayer por su madre, española de nombre Zaida y 37 años, en el cementerio municipal de la localidad toledana de Villa de Don Fadrique.
La mujer, que fue detenida por la Guardia Civil tras recibir el aviso de un particular que estaba “muy nervioso” cerca del cementerio, huyó después de asesinar al bebé y se refugió en la iglesia de la localidad, desde donde fue trasladada al Hospital de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, donde permanece ingresada. El Ayuntamiento de Villa de Don Fadrique decretó este jueves como día de luto oficial, cuando se produzca a las 12.00 horas una concentración con un minuto de silencio en el Consistorio.
La madre de Zaida aseguró no reconocer a su hija en el momento en el que fue detenida ni tampoco en los últimos meses y destacó que al preguntarle por qué había cometido el crimen, ésta le respondió que “tenía que salvar el mundo”. “Debía tener mucho mal en la cabeza”, aseguró abuela del bebé fallecido. Además, comentó de Zaida que “desde que nació el chico, no era ella”.
En este sentido, señaló que desde hace dos semanas, la mujer estaba “muy mal”. Por ello, explicó que la semana pasada estuvo ingresada “en el psiquiátrico preventivo de Alcázar de San Juan”, aunque, como aclaró, le dieron el alta tras no diagnosticarle “nada”. Aún así, la abuela confirmó que “se estaba tomando la medicación”.
También recordó lo sucedido en la mañana de ayer. Según relató, Zaida fue a su casa a las siete de la mañana para llevarse a sus hijos, algo que intentó impedir sin éxito. “Le he dicho que no estaba en condiciones de llevarse a los niños, pero ha cogido, ha subido, me ha empujado y me ha tirado por las escaleras”, declaró con lágrimas en los ojos.
Como subrayó la abuela, tras llevarse a los niños decidió llamar a su otro hijo y hermano de Zaida, “para ir detrás de ella a buscarla”. “Nos han dicho que estaba en el cementerio (…), pero al no ver la furgoneta no hemos parado”, insistió. Tras ello, tal y como afirmó, fueron a la iglesia, pero “ya había matado al bebé”.