La Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) avisaron de que, pese a la vuelta al crecimiento, persisten “desequilibrios significativos” en la economía española, en particular el paro o la elevada deuda, y pidieron al Gobierno de Mariano Rajoy que prosiga con su agenda de reformas, en particular con “medidas adicionales” para reducir la segmentación en el mercado laboral entre trabajadores indefinidos y temporales o la presentación de la ley para liberalizar los servicios profesionales.
Este diagnóstico es el resultado de la tercera visita de control a Madrid por parte los inspectores de Bruselas y del BCE tras el fin del rescate bancario, por el que España recibió 41.300 millones de euros de sus socios de la eurozona. En la visita, que tuvo lugar entre el 12 y el 18 de marzo, participaron también expertos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
“En conjunto, España se está beneficiando de las reformas estructurales realizadas, la consolidación fiscal y la recapitalización bancaria, que se reflejan de forma creciente en la estabilización del sector financiero, una fuerte recuperación económica y una baja prima de riesgo”, señalaron los inspectores en una declaración conjunta con las conclusiones de su visita.
La recuperación económica se reforzó a finales de 2014, con un crecimiento superior a la media de la eurozona. Ello se debe, según Bruselas y el BCE a “las reformas introducidas desde 2012”, pero también a la bajada del precio del petróleo, la depreciación del euro y una posición fiscal “menos restrictiva”. “El acceso al crédito, en particular para los hogares y las empresas más sanas (incluyendo las pymes) con perspectivas de crecimiento positivas, ha mejorado significativamente”, apuntaron. “No obstante, persisten desequilibrios significativos”, según resaltó el informe, que avisa de que “el paro, en particular el juvenil y el de larga duración, sigue siendo muy alto, al igual que la segmentación del mercado laboral” y de que “la deuda pública sigue aumentado y devolverla al valor de referencia del 60% requerirá un esfuerzo fiscal continuado a largo plazo”.
Los expertos señalan que “la estabilización en el sector financiero continua, marcada por la mejora en la calidad de los activos de los bancos, el refuerzo de la solvencia y la liquidez y una vuelta del sector a los beneficios”. “No obstante, estos signos de una mayor estabilización no son uniformes”, indicaron.
“Completar la reestructuración y privatización de los bancos de propiedad estatal es necesario para poner al sector bancario en una base sólida a largo plazo”, concluyeron los inspectores.
