Casi emulando a Machado, y a los recuerdos de su infancia en un patio de Sevilla, José Luis Salcedo ha resumido sus vivencias en el que es su séptimo libro, centrado en la Segovia de su infancia y juventud.
Asegura que el objetivo es dar un paseo literario por la ciudad “significando los establecimientos que existieron, las relaciones personales que tuve con los comerciantes y la transformación que han experimentado con el paso del tiempo”.
Salcedo reconoce que en este libro, de más de 400 páginas, se mezclan sentimientos de añoranza, recuerdos, anécdotas… y sobre todo se aportan muchos nombres que son históricos para una ciudad en la que la convivencia entre familias y amigos recuerda más el ambiente de un pueblo que de una gran ciudad.
Se trata de un trabajo de más de diez meses basado en varias décadas de experiencias. “Está destinado a los segovianos, y sobre todo a los de cierta edad”, asegura el autor, quien ha recopilado numerosos documentos gráficos que permiten contemplar la transformación experimentada por las calles y plazas de la ciudad.
Centenares de citas a personajes históricos, algunos fallecidos y otros en pleno apogeo, son los verdaderos protagonistas de esta obra, que podrá adquirir en los próximos días en varias librerías de la ciudad al precio de 26 euros. “No gano dinero con el libro, incluso lo pierdo”, asegura Salcedo, quien señala que la escritura forma parte de sus necesidades vitales.
Muchas de las citas personales contenidas en el libro permiten conocer más detalles del autor, como el trato al que llegó en época de carestía y estraperlo, para permutar una colección de sellos de Correos que Salcedo tenía, por cinco kilos de azúcar.
Pero también descubrir el motivo de sobrenombres de algunos segovianos muy conocidos, como Mariano Chocolate; a quién pertenecen algunas fincas o casas de la ciudad; por qué se hicieron famosos algunos bares de Segovia; el destino de algunas herencias; en qué franquicia se han convertido establecimientos históricos; el caso de un arrendatario que se comprometió a pagar al dueño cien pesetas diarias durante toda su vida, y falleció dos meses más tarde…
En definitiva, un libro que representa un viaje en el tiempo con fotografías modernas y antiguas, con escenas de antaño y oficios desaparecidos tan comunes en el siglo pasado que poblaban las calles como los carameleros, las cangrejeras, relojeros, zapateros….
Mucho más de lo contara Machado en su poema donde resume su juventud en veinte años en tierras de Castilla.
