El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, tiene claro que su nuevo equipo puede «comenzar un ciclo larguísimo» de triunfos y que el club blanco tiene una «dimensión que no es comparable» con ningún otro y que por ello aún no conoce «todo».
En el segundo extracto de la entrevista al diario La Gazzetta dello Sport, el portugués recalcó que el conjunto blanco cuenta «con un bonito juego ofensivo» gracias a Cristiano Ronaldo, Özil o Di María, «una gran organización en el centro del campo» con Xabi Alonso o «la salida ofensiva» de Marcelo.
Sin embargo, recordó que tanto en el Oporto, «que a su modo jugaba muy bien», como en el Chelsea, «que estaba perfectamente adaptado a la Premier», o en el Inter, «que tenía esas dotes de lucha y coraje que todos le reconocen», opinó que estos tres «tenían límites potenciales» y, que pese a su talento, «la verdadera fuerza del Real Madrid es otra».
«Carvalho, el más ‘viejo’, tiene 32 años y Pepe, Casillas y Xabi Alonso 29. Los otros son jovencísimos y creo que tienen un futuro increíble. Este Real Madrid puede realmente comenzar un ciclo muy largo», advirtió.
Además, indicó que su nuevo equipo «tiene mucha calidad y juega bien», pero que haber llegado «con la única obsesión de vencer no habría ayudado a cambiar» la sequía de títulos. «El Barcelona está hecho, el Real Madrid no. Más que obsesión hace falta trabajo y tiempo», precisó.
Así, aseguró que ya «conoce mucho» de la entidad, pero que aún le falta. «Imposible, la dimensión de este club no tiene parangón a ningún de otro del mundo», subrayó Mourinho, que no dio más importancia al 5-0 del Camp Nou. «Mejor perder una vez por 5-0, que cinco por 1-0», aseveró.
«Fue un partido extraño, encajamos dos goles en dos acciones, luego hubo un penalti, que tenía que haber sido la expulsión de Valdés. Hubiera sido otra historia, pero no busco excusas. Si hubiésemos jugado otro cuarto de hora podía haber acabado 7-0 u 8-0. Había algunos que pensaban que era el principio del fin, pero en cambio hubo rápidamente una gran reacción».
Además, el luso volvió a referirse a sus palabras del pasado domingo en la rueda de prensa tras ganar al Sevilla. «Solo dije que estaba cansado de que me diesen una lista con errores graves de los árbitros y que sea yo el que tenga que atacarles. Todo el club debe defender al equipo, no se puede esconder detrás del entrenador».
El sueño del madridismo es la Champions, donde en los octavos se encontrarán con su verdugo del año pasado, el Olympique de Lyon, un rival «muy difícil» para el portugués. «Pero mi Real Madrid piensa y cree que puede superar estos octavos», apostilló.
De todos modos, avisó de que «un equipo grande no puede elegir entre la Liga de Campeones o el título nacional. «La Champions es el mejor torneo, tiene más calidad que el Mundial, que tiene una dimensión política y social única, pero menos calidad técnica. La Liga premia al más regular, sería perfecto ganar las dos», matizó.
En Gerland, Mourinho podrá sentarse en el banquillo tras recibir el perdón de la UEFA por lo sucedido en Ámsterdam. «Fue una sanción histórica. Durante años lo han hecho todos, pero me castigaron a mi. Si soy el primero, pero no el último, de acuerdo, aunque creo que no será así».
Por otro lado, Mourinho se mostró crítico con la concesión de los galardones individuales y lamentó que, en un año de Mundial, el resto de lo realizado no cuente en las votaciones.
De este modo, el luso ve con cierto escepticismo que el Premio al ‘Mejor Entrenador’ parece que vaya a ser para Vicente del Bosque, o que para el Balón de Oro no haya entrado en la lista de finalistas el holandés Wesley Sneijder.
«Yo he hecho lo mío, 11 meses de trabajo, 57 partidos y tres títulos. Lo he ganado todo, no puedo hacer más y lo mismo digo para los jugadores», reseñó.
En este sentido, confesó que entiende la frustración de Sneijder y recalcó que Iniesta «no jugó los primeros cinco meses de 2010», pero que luego hizo «seis partidos y un gol en Sudáfrica. ¿Qué puedo decir? Prefiero ganar el próximo encuentro que el Balón de Oro», sentenció.
Kaká, en el punto de mira del Inter.- El brasileño Kaká se encuentra en el punto de mira de su compatriota Leonardo para su más que probable nueva etapa como entrenador del Inter de Milán, en sustitución de Rafa Benítez, según anunció ayer el diario Corriere dello Sport. Según el rotativo, Leonardo, que podría dirigir su primer entrenamiento con el Inter el próximo 29 de diciembre, tiene en mente abordar, incluso para este mercado de invierno, el fichaje de su amigo Kaká. «Entre ambos (jugador y entrenador), de hecho, el vínculo es, incluso, a prueba de bombas y la oportunidad de reencontrar un punto de referencia parecido puede inducir al centrocampista a forzar ya en enero una salida del Santiago Bernabéu», afirma el rotativo italiano. Además, el medio recordó que el fichaje del futbolista, quien se acaba de reincorporar a la plantilla del Real Madrid tras una grave lesión, es algo que ya tuvieron en mente los directivos de la entidad hace unos meses y reconoció que es una operación complicada que podría retrasarse hasta el próximo verano.
