La Audiencia Nacional acogió ayer un nuevo juicio contra SEGI, la organización juvenil de ETA. En esta ocasión, se sientan en el banquillo 17 acusados, a los que también se les atribuyen diversos ataques de kale borroka en San Sebastián. Por todo ello, el fiscal solicita ocho años de prisión para cada uno. Como suele suceder, la mayoría de los acusados se negaron a declarar con la excusa de que no iban a formar parte «de un juicio político». «Esto no es un juicio político, por mucho que ustedes lo consideren así, y es el tribunal el que tiene que decidir, así que no se lo voy a permitir», les respondió el magistrado.
