Dos niños gemelos y autistas han recibido un perro educado por la Asociación Perros de Asistencia y Animales de Compañía (PAAT), “con el objetivo de que les ayude a estar más tranquilos y a ser más felices”, ha explicado a Efe la cofundadora de la Asociación, Jane Álvarez Kafford.
Afincada en Zamora, esta asociación lleva más de dos años educando a perros de asistencia “para que mejoren la calidad de vida de personas invidentes, discapacitados o, como en este caso, niños con autismo, a los que un animal les puede resultar de gran ayuda para su estabilidad emocional”, ha agregado Álvarez.
Pablo y Raúl son hermanos y tienen autismo y desde hace unos días cuentan con la compañía de Alex, un perro de la raza Golden Retriever, “que les va a acompañar durante la mayor parte del día, con el objetivo de que aumente la complicidad entre ellos y les sirva para estar de mejor humor y más relajados”, ha señalado la educadora.
Alex tiene dos cinturones atados a su lomo, para que cada uno de los dos gemelos pueda unirse al perro y caminar al unísono en la calle.
“La idea es que el perro ayude a los padres a controlar a los niños al estar unidos con el cinturón, para que se mantengan cerca y evite problemas como que se vayan y también sirve para que los niños pierdan miedo en la calle, porque el perro y su cercanía les da seguridad”, ha comentado la responsable de la asociación.
La cofundadora de PAAT añade que en las primeras semanas “lo importante es que los niños se sientan cerca del perro, que conecten, que cada día tengan más complicidad y así tengan más ganas cada vez de estar con él, para terminar por eliminar los cinturones y que los niños vayan cerca del perro siempre”.
El que Pablo y Raúl sean gemelos y que sean dos niños autistas, “hace un poco más complicado el proceso que si sólo fuese uno, pero en cualquier caso va a ser una gran ayuda para los padres, que les va a permitir que salgan solo uno de ellos a pasear o al parque con los niños, que no sea necesario que vayan siempre los dos”.
Los padres no se plantean unas expectativas muy altas, “simplemente que los niños estén más tranquilos, que el perro les cambie la dinámica para que se les pase alguna rabieta”, indican.
