El portugués José Mourinho, que ayer firmó su contrato para las próximas cuatro temporadas con el Real Madrid, no dudó en dejar claro que no precisa «de demasiado tiempo para construir un equipo con identidad propia y con futuro».
«Creo que el segundo año de trabajo es el año clave, donde se ve el equilibrio entre técnico y jugadores. No necesito demasiado tiempo para construir un equipo con identidad propia y con futuro. Pero los objetivos creo que también pueden llegar en el primer año», aseguró Mourinho en su presentación oficial.
Tras iniciar con un breve «buenos días» y prometer que cuando inicie la pretemporada ya estará «preparado» para hablar perfectamente español, el luso ya empezó a dejar clara su personalidad: «No sé si he nacido para entrenar al Real Madrid, pero sí para ser entrenador de fútbol. Soy entrenador de fútbol y me gustan los retos importantes».
«Mi atracción por este equipo es la atracción por su historia, por su frustración en los últimos años y por sus expectativas de ganar. Es un club único. Me parece que para un jugador y un entrenador importantes no estar aquí es tener un hueco importante en su carrera deportiva. Un orgullo poder entrenar al Real Madrid», dijo.
Algo que, según agregó, le gusta que también piensen sus jugadores: «Bonito, bonito no es jugar en el Real Madrid, no es entrenar con el Real Madrid; bonito, bonito es ganar con el Real Madrid. Y ésta es mi motivación».
La llegada de Mourinho trajo consigo la destitución del chileno Manuel Pellegrini, que solo ha resistido una temporada y al que aún le restaba otra de contrato.
El portugués, que dijo no estar contento con el despido de Pellegrini, al que deseó lo mejor para el futuro, señaló no tener miedo a ser cesado en el caso de que en el primer año no logre los resultados esperados.
«Todos los entrenadores debemos estar preparados para una destitución. Pero, si uno está con miedo a que le echen, no trabaja bien; y si no lo hace bien tiene grandes dificultades», comentó.
«Yo soy un técnico con muchísima autoestima, con muchísima auto-confianza y no pienso en destitución. Al contrario, pienso que cuatro años de contrato son suficientes como para ganar, construir un equipo con identidad, preparar futbolísticamente no solo el presente, sino también el futuro del Real», añadió.
El técnico dijo «tener claro» lo primero que va hacer en su etapa como madridista: «Lo primero es hacer muchas preguntas, esperar muchas respuestas. Hay que diagnosticar la situación, que es lo más difícil, conocer el club y, luego, modificar algunas cosas para adaptarlas a mi forma de trabajar».
