No se sabe exactamente qué buscaba Pep Guardiola cuando, por primera vez en muchísimo tiempo, se metió en el ‘barro’ dialéctico tras el partido contra Osasuna y lanzó ‘dardos’ tanto al Real Madrid como a la UEFA por su criterio de designación de árbitros.
De cualquier modo, lo que resulta evidente es que el entrenador del Barcelona, como poco, ya ha conseguido que la ida de semifinales de la Champions en el Santiago Bernabéu no la dirija un colegiado portugués, como en teoría estaba previsto, sino un alemán, Wolfgang Stark. El de Santpedor estalló cuando le informaron en la rueda de prensa de que diversos medios lusos daban por confirmado que se escogería para la contienda a Pedro Proença.
«Si al final es así, José Mourinho estará felicísimo y contentísimo. Ya le sucedió lo mismo en la misma ronda de la pasada temporada y ahora pasará igual».
Sin citar su nombre, Guardiola colocó en la diana al también portugués Olegario Benquerença, que arbitró el Inter de Milán-Barça de las ‘semis’ del curso 2009-2010. En ese compromiso, el trencilla no pitó un penalti a favor de los catalanes, y concedió un gol ilegal a los transalpinos. El bloque italiano ganó por 3-1, y los adversarios no lograron remontar en la vuelta.
Aunque no se sabe con total seguridad si la UEFA efectivamente pretendía escoger a Proença, parece evidente que al decantarse por un germano evita un posible lío, que sin duda se habría producido si alguna decisión errónea del luso hubiera favorecido al Madrid, entrenado por un compatriota.
Balances
Stark es un empleado de banca nacido el 20 de noviembre de 1969, y alcanzó el máximo nivel del arbitraje alemán en 1994. Cinco años más tarde, logró la licencia de la FIFA para dirigir duelos internacionales.
El germano, que debutó fuera de sus fronteras a máxima escala en un Leeds United-Lokomotiv de Moscú (4-1), se ha convertido ya casi en un habitual tanto para el Real Madrid, con el que ha coincidido en seis ocasiones, como para el Barcelona, con el que se ha cruzado cinco veces.
Su balance con los blancos ha traído tres victorias ‘merengues’ (dos ante el Marsella y una contra el Rosenborg), un empate (en Lyon en Gerland) y dos derrotas (también en Lyon y frente a la Juventus en Turín). Todas estas contiendas correspondieron a la fase de grupos de la Liga de Campeones, por lo que la importancia de la de mañana no tendrá nada que ver.
La trayectoria del Barcelona con Stark ha sido de momento peor, puesto que con él solo ha ganado un partido (al Arsenal por un claro 4-1); igualó en tres ocasiones (con el Lyon en Gerland, con el Inter en Milán y con el Chelsea en el Camp Nou) y perdió en la restante (frente al Celtic en Glasgow por un ajustado 1-0).
Cabe recordar que su única derrota vino marcada por las expulsiones del ítalo-brasileño Thiago Motta y del argentino Javier Saviola, que facilitaron el triunfo de la escuadra local.
En el palmarés del colegiado alemán sobresale su participación en el pasado Mundial de Sudáfrica, en el que dirigió los encuentros Argentina-Nigeria, Eslovenia-Inglaterra y Uruguay-Corea del Sur.
