El vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, lamentó hoy la “contradicción” tanto de Caja Segovia como de Caja Ávila “respecto a lo que en otros momentos nos mostraron en los despachos” a la hora de rechazar su entrada en el grupo Banca Cívica. Villanueva expresó la enorme preocupación que existe por este motivo desde la Junta de Castilla y León y auguró que esta decisión “va a dañar seriamente el sistema de esta región”, algo de lo que serán responsables “quienes adoptan estas decisiones”, señaló.
Villanueva recordó el consenso acordado entre los partidos para la reestructuración del sistema financiero en Castilla y León, y se mostró “contento” por el proceso de fusión entre Caja España y Caja Duero, que podría culminar en la ratificación del proyecto por parte de las dos asambleas el próximo sábado, al tiempo que dijo estar “muy preocupados” por el resto de entidades. Según apuntó, “no se está contando la verdad” en las últimas horas y porque tanto Caja Ávila como Caja Segovia se encuentran “en la pura contradicción con respecto a lo que en otros momentos nos mostraron en los despachos”, aclaró.
A juicio del consejero, la decisión de Caja Ávila y Caja Segovia de no adherirse al proyecto de Banca Cívica “no responde a criterios financieros, económicos o empresariales”, declaró. “Lo que no nos gusta es que algunos que dijeron que no se integraban en un conjunto de operaciones de Castilla y León porque eran pequeños, ahora parece que con los más grandes no se diluyen. Es la contradicción permanente. Les preocupaba representar un ocho ó un nueve en un grupo y no les preocupa representar el 1,5 en otro gran grupo”, añadió.
Villanueva explicó que Castilla y León podría disponer de “dos grandes bloques”, por un lado, el de una entidad conformada con entidades de la Comunidad, como el que van a formar Caja Duero y Caja España, y por otro lado un grupo financiero interregional compuesto por un conjunto de entidades “muy solventes” que ya habían iniciado ese proceso y que habían optado por obtener su rentabilidad financiera “en los mercados de capitales sin ayudas públicas, con la credibilidad y confianza que su propio proyecto podía generar en los mercados”, señaló.