Casi dos de cada tres castellanos y leoneses considera que la política general del Gobierno de Rodríguez Zapatero ha resultado negativa para la Comunidad, según revela una encuesta de TNS Demoscopia, en la que los ciudadanos de Castilla y León se muestran críticos con la gestión del Ejecutivo central en otras actuaciones que afectan a la región, como es el modelo de financiación autonómica, que sólo consigue el respaldo de un 20,1 por ciento de los encuestados.
Las posiciones más críticas con la actuación del Ejecutivo hacia la Comunidad provienen de las provincias de Salamanca, Ávila y Valladolid, mientras que las más complacientes -que no llegan a ser mayoría- se producen en León. Quienes más cuestionan los resultados de las políticas del Gobierno en la Comunidad son los jóvenes de entre 30 y 44 años, mientras que sus políticas sólo logran el respaldo mayoritario entre los votantes del PSOE.
Según este sondeo, realizado a partir de 2.500 entrevistas telefónicas entre el 8 y el 20 de abril, la política de Zapatero para Castilla y León ha tenido efectos negativos para un 64 por ciento de los encuestados, mientras que recibe el espaldarazo de cerca de uno de cada cuatro. Las mujeres cuestionan más los resultados de la acción del Gobierno (un 64,8 por ciento la ve negativa) que los hombres (63,1 por ciento) y los colectivos de entre 30 y 44 años y los de 18 a 29 años son quienes se muestran más críticos, con índices de desaprobación del 68,4 y del 64,8 por ciento, respectivamente. El rechazo más tímido se produce en quienes tienen entre 45 y 59 años (60 por ciento), que es también el colectivo con mayor volumen de aprobación del 25,9 por ciento.
En todas las provincias, los encuestados entienden que la política de Rodríguez Zapatero hacia Castilla y León ha sido negativa, aunque los mayores recelos se producen en Salamanca (el 74,2 por ciento la considera negativa); Ávila, 67,4 por ciento; Valladolid, 65,3 por ciento, y Zamora, 64,5 por ciento. En el resto, la desaprobación oscila entre el 55 por ciento de León y el 63,8 por ciento de Burgos. Es en León, la provincia de origen del presidente del Gobierno y en la que se ha volcado tanto en presencias oficiales como en anuncios de inversiones públicas, en la que la política del Ejecutivo tiene una mayor valoración, aunque se queda en un 30,4 por ciento. Le sigue Burgos, con un 26,8 por ciento y Palencia, con un Ayuntamiento gobernado por el PSOE, con un 24,5 por ciento.
La política de Zapatero para Castilla y León sólo despierta confianza entre los votantes socialistas, que la consideran positiva en un 49,4 por ciento, frente al 33,5 por ciento que cree que ha sido negativa. Los demás la cuestionan, en el caso de los ‘populares’ de forma significativa (un 88,9 por ciento) y en menor medida los que hace cuatro años no votaron (66,1 por ciento) o no tenían edad (60,7 por ciento). Es significativo que, después de los votantes del PSOE, sean los de UPL quienes menos rechazo muestran, ya que un 46,6 por ciento la ve negativa y un 25,1 positiva. También obtiene una valoración por encima de la media entre los votantes de IU (el 34,5 por ciento) y los nuevos votantes (el 33,9 por ciento).
El sondeo se refiere también a la percepción de los encuestados sobre el nuevo sistema de financiación autonómica y concluye que casi la mitad (un 47,8 por ciento) cree que perjudica a la Comunidad, frente a un 20,1 por ciento que asegura que le beneficia. Es también significativo, en este asunto, que un 27,4 por ciento no haya sabido o querido contestar.
Una vez más, el modelo de financiación concita el rechazo de todas las provincias, especialmente de Salamanca (55,8 por ciento), Ávila (52,8) y Valladolid (50,2 por ciento). León y Zamora son los territorios donde encuentran más beneficios al modelo, con un 23,3 y un 23 por ciento, respectivamente, si bien la mayoría se decantan por cuestionar los efectos del modelo sobre la Comunidad.
El rechazo al modelo aprobado por el Gobierno es generalizado en todas las edades, aunque también son los más jóvenes quienes más lo cuestionan (49,9 por ciento en el grupo entre 18 y 29 años, y 48,2 por ciento de entre 30 y 44 años). Únicamente entre los votantes socialistas, el nuevo sistema recibe la aprobación, con un 38,7 por ciento de los entrevistados que optó por esta formación que entiende que es beneficiosa para la Comunidad, frente al 27,6 que lo califica de perjudicial. La valoración negativa es contundente en el caso de votantes del PP (llega a dos de cada tres); más moderada entre los de UPL, con un 41,3 por ciento; y muy ajustada entre los de IU, cuyos electores casi se dividen sobre el modelo con un 30 por ciento que entiende el modelo como positivo y un 33,8 por ciento, que lo considera negativo.
Los castellanos y leoneses también se pronuncian claramente a favor de la continuidad de Garoña hasta 2019. Un 61,6 por ciento prefiere esta opción frente al 30 por ciento que apuesta por cerrarla ya. Este apoyo a la prórroga de la central burgalesa supera el 60 por ciento en todas las provincias, excepto Valladolid y Zamora, en torno al 58 por ciento.
El mantenimiento de Garoña recibe incluso el apoyo de los votantes socialistas (46,7 por ciento apuestan por mantenerla hasta 2009, frente al 44,7 por ciento que prefieren pararla de inmediato) y obtiene un respaldo significativo entre los del PP (77,2 por ciento), entre los nuevos votantes (73,7 por ciento) y entre los de UPL (66,7 por ciento). Únicamente apoyan su clausura inmediata quienes votaron a IU, con un 49,5 por ciento.
