El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, visitó ayer el municipio salmantino de Guijuelo para inaugurar las nuevas instalaciones de la empresa Calderón y Ramos y la XV edición de la feria tecnochacinera. Además, se reunió con los empresarios de la localidad a los que transmitió los planes del gobierno regional para dinamizar la financiación del sector. Herrera aseguró que, tras observar desde 2009 la dificultad de acceso de los empresarios a la financiación privada, el Ejecutivo autonómico valoró llevar a cabo una modificación de las líneas de apoyo que se hará realidad a partir de este mes.
El Gobierno regional ofrecerá una línea clásica de apoyo a las inversiones productivas, a las nuevas inversiones y para estimular la competitividad que llegará a los 125 millones. Asimismo, destinará otros 3,2 a los 44 grupos locales de Castilla y León, que podrán disponer de una financiación máxima de hasta 25.000 euros por proyecto impulsado en el ámbito rural.
La mayor innovación tiene que ver con las líneas de crédito. La salida de Castilla y León de los territorios europeos considerados Objetivo 1 obliga, resaltó Herrera, a hacer una transición de la financiación a fondo perdido a unas formulas reembolsables «en unos términos ventajosos para los empresarios pero que debe devolverse». En esa línea, confirmó que se ultima el acuerdo con varias entidades financieras para ofrecer préstamos de hasta 40 millones «para ofrecer al sector condiciones ventajosas para la inversión y para las necesidades del capital circulante, del día a día, como demandan los empresarios».
Objetivo
Herrera dijo confiar en que los esfuerzos darán «espléndidos resultados» tanto en términos económicos como laborales. El objetivo es dinamizar un ámbito de la economía que, a lo largo de la última década, llegó a conocer crecimientos anuales por encima del diez por ciento pero que en la actualidad «atraviesa una severa crisis en los ámbitos ganadero e industrial».
La localidad de Guijuelo vivió entre los años 2005 y 2008 una época marcada por una importante producción pero la actual coyuntura económica que daña la capacidad de gasto «está atenazando a los empresarios del sector ibérico de Guijuelo, de Castilla y León y de España». Para Herrera no hay duda de que los mercados y los consumidores seguirán apostando por el ibérico español y los productos transformados con calidad. Por ello, reiteró la necesidad de seguir apostando por la competitividad, la innovación, la promoción, la comercialización y la calidad de los productos, «que será primada por las reformas de la PAC».
Finalmente, se refirió a los problemas empresariales de financiación ante los que las administraciones, apuntó, no pueden sustituir la función de una economía de mercado en el sistema financiero representada por bancos y cajas. Para Herrera, esas dificultades son «uno de los grandes fracasos de la actual administración, que viene realizando una especie de efecto expulsión del sector privado a la hora de financiarse ante las necesidades del sector público».
