La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, pidió ayer en Bruselas que las ayudas europeas ligadas a la política de cohesión se mantengan en el nuevo marco de programación comunitaria, que está en fase de negociación y abarcará el periodo 2014-2020. Del Olmo, que se reunió con altos cargos de la Comisión y el Parlamento de la UE, defendió la continuidad de la Política Agraria Común (PAC) y los fondos de desarrollo regional, por su valor para fijar población en territorios como Castilla y León.
La consejera viajó ayer a Bruselas para reforzar la postura de Castilla y León en materia de fondos europeos, que pasa por garantizar que la región continúa recibiendo recursos más allá de 2013. Allí recordó que para la Comunidad es «fundamental seguir gozando de un nivel adecuado de ayudas porque sólo así podremos alcanzar cotas mayores de desarrollo».
Así se lo transmitió a Danuta Hübner, ex comisaria de Política Regional y actual presidenta de la Comisión de Política Regional del Parlamento Europeo, y a Nicola de Michelis, responsable de Política de Cohesión del Gabinete del Comisario de Política Regional, en sendas reuniones.
En coherencia con las aportaciones que efectuó la Junta al informe UE 2020, que supone la renovación de la Estrategia de Lisboa, Del Olmo recordó que durante 40 años la PAC ha sido el núcleo de la acción de la UE y que sólo en 2010 dejará 923,8 millones en Castilla y León. Por ello, destacó que la relevancia de estas ayudas radica en que «contribuyen a fijar población en el medio rural, porque permiten a los agricultores y ganaderos seguir dedicándose a su actividad, además de contribuir a la cohesión territorial y a consolidar otros sectores».
En segundo lugar, defendió la pervivencia de la política de cohesión a partir de 2014 e insistió en que «se trata de lo que hace visible la Unión Europea ante los ciudadanos, porque con los recursos vinculados a ella se han financiado importantes infraestructuras como autovías y regadíos». En este diagnóstico coincidió con el Comité de las Regiones, que en un reciente dictamen ha exigido «una política de cohesión para toda la UE, dotada de una buena financiación». Asimismo, reinvindicó la importancia de las regiones. «Se trata de las administraciones más cercanas a la población y por tanto quienes mejor conocen las necesidades de sus territorios».
Finalmente, llamó la atención sobre el elevado nivel de convergencia de Castilla y León en los últimos años. Los últimos datos de la Oficina Estadística de la UE revelan que el PIB per cápita de la Comunidad se situó en 2007 en el 101,4 por ciento de la media europea. Esto equivale a 25.300 euros por persona en términos de poder de compra frente a los 24.900 de la UE-27, y supone un avance de 13,3 puntos en ocho años.
