La vicepresidenta primera y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, dio a conocer ayer, tras el Consejo de Gobierno, el proyecto de Ley de Contaminación Lumínica y de Fomento del Ahorro Energético, que clasificará la Comunidad en cuatro zonas para regular la contaminación lumínica. El proyecto de Ley nace con el fin de promover un uso eficiente del alumbrado exterior, sin menoscabo de la seguridad que debe proporcionar a los peatones, los vehículos y las propiedades; preservar las condiciones naturales de las horas nocturnas en beneficio de la fauna, la flora y los ecosistemas; prevenir, minimizar y corregir los efectos de la contaminación lumínica en el cielo nocturno, y, en particular, en el entorno de los observatorios astronómicos; y reducir la intrusión lumínica en zonas distintas a las que se pretende iluminar, principalmente en entornos naturales e interior de edificios.
El proyecto de Ley, aprobado en Consejo de Gobierno, establece un mapa de zonas de control, para lo que se ha tenido en cuenta el grado de vulnerabilidad a la contaminación lumínica, determinada por la tipología o el uso predominante del suelo, las características del entorno natural o su valor paisajístico o astronómico. La primera, denominada ‘E1’, se ocupa de los entornos naturales y engloba los municipios del entorno de los espacios naturales declarados o pertenecientes a la Red Natura. La Consejería de Medio Ambiente será la encargada de gestionar y controlar el cumplimiento de la ley en estas zonas.
Por su parte, las zonas denominadas ‘E2’, ‘E3’ y ‘E4’ serán gestionadas por los ayuntamientos correspondientes. El grupo ‘E2’ serán aquellas zonas de brillo o luminosidad de intensidad baja, el grupo ‘E3’ engloba las de brillo y luminosidad media, mientras que el ‘E4’ son los cascos urbanos y centros de las ciudades y zonas de ocio y comerciales. Estas zonificaciones, advirtió, solo son susceptibles de ser aplicadas en municipios de más de 20.000 habitantes y serán los ayuntamientos quienes deberán adaptar sus ordenanzas a la ley. En todo caso, explicó que aquellos ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes que quieran adaptar la normativa pueden hacerlo con el objetivo de rebajar los gastos derivados del consumo eléctrico.
La normativa también prevé el establecimiento de una franja horaria de iluminación que irá desde la puesta de sol hasta las 23 horas, si bien se podrá modificar en ocasiones especiales. La Junta iniciará los expedientes de sanción ante su incumplimiento, con sanciones que van desde las leves, con un coste de 300 euros, hasta las muy graves con una multa de 3.000 euros.
