En una tarde marcada por las baja temperatura y una fina e impertinente lluvia, la cofradía del Santo Cristo de San Marcos se incorporó a la pequeña historia de la Semana Santa segoviana con la “Procesión de las Tres Caídas”, que por primera vez recorrió el entorno de la alameda de La Fuencisla recordando las estaciones tercera, séptima y novena del Via Crucis en las que se evocan las tres caídas que sufrió Jesucristo al cargar con la cruz camino del calvario en el que iba a ser crucificado.
La hermosa talla del siglo XVII realizada por un autor desconocido de la escuela castellana salió de la iglesia de San Marcos a las ocho menos cuarto de la tarde sobre una peculiar estructura habilitada a tal fin y acompañada por la banda de tambores y dulzainas titular de la cofradía y por un grupo de cofrades vestidos con las túnicas.
En medio de un impresionante silencio por parte de las más de 200 personas que asistieron a esta peculiar oración, el rezo comenzó con puntualidad, dirigido por algunos feligreses de la parroquia.
Aunque en ningún momento hizo peligrar el desarrollo de la procesión, la lluvia hizo acto de presencia antes de la “segunda caída”, que fue representada antela fachada del convento de los Padres Carmelitas, lo que aconsejó cubrir la talla con un plástico que fue posteriormente retirado una vez pasado el episodio.
A los sones de la dulzaina y la carraca, la cofradía concluyó la “tercera caída” en el Santuario de La Fuencisla, donde los cofrades introdujeron la imagen del Cristo para situarlo en el altar mayor, a los pies de la imagen de la patrona de Segovia, en el momento más emotivo de la celebración.
Tras el rezo, los cofrades y los feligreses de San Marcos tuvieron la oportunidad de adorar la imagen que da nombre a la cofradía
