La subida del IVA, la congelación de las pensiones, la ampliación de la edad de jubilación… muchas han sido las medidas impopulares tomadas en los últimos meses por el Gobierno socialista para intentar sacar a España de la recesión. Estas iniciativas han llevado a los electores a acusar al PSOE de perder el apelativo de partido social y parece que la agrupación ya no está dispuesta a escuchar en más ocasiones estos reproches. O al menos eso se desprendía ayer de las palabras del vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien anunció que el Gabinete trabaja en una nueva agenda social para garantizar la salida «de la crisis con justicia para todos», empezando por aquellos colectivos que más la han sufrido «sin comérselo ni bebérselo».
Los jóvenes, especialmente «el millón que dejó el sistema educativo por un puesto de trabajo que ahora ha perdido», y los parados de larga duración, sobre todo aquellos «de más de 45 años que tienen muchas dificultades» para encontrar un empleo, serán los dos colectivos en los que se fijará ese nuevo plan que Rubalcaba anunció en un mitin del PSOE en San Roque (Cádiz).
En su primer acto político desde que fue nombrado vicepresidente del Gobierno, el socialista, acompañado del líder de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE de la región, José Antonio Griñán, tuvo también unas palabras para el presidente del PP, Mariano Rajoy, de quien dijo que «apunta cosas» cuando elogia el plan de ajuste decidido en el Reino Unido por su primer ministro, David Cameron, y que prevé la supresión de 500.000 empleos públicos.
El vicepresidente señaló que cuando observa la «actitud» del jefe de la oposición piensa que, «o no sabe lo que quiere, o lo sabe y no quiere que los demás lo sepan», y lamentó que sus principales opositores no hayan aprovechado la reciente remodelación del Ejecutivo para dejar «la siesta y empezar a trabajar». En ese sentido, Rubalcaba aseguró que el PP espera que «la crisis les haga la tarea» y criticó que se dedique a «insultar como no se recuerda» en las instituciones, mientras que el Gobierno ha emprendido una remodelación porque «quiere dar un impulso a la acción política, ir más deprisa» y porque los ciudadanos esperan representantes «serios y «responsables».
El ministro explicó que el PSOE y el Ejecutivo están «dando la cara» y la van «a dar más», porque «explicar es responsabilidad y respeto hacia los ciudadanos». Así, aseguró que las reformas emprendidas hasta ahora por el Gobierno buscan «la cohesión social» y, con ello, potenciar la eficacia y la competitividad.
El recién estrenado vicepresidente aseguró que en su idea de renovar el país «no vamos a hacer lo que la derecha propone, a través de portavoces no cualificados pero reconocibles. Dicen que hay que trabajar más y ganar menos. No, hay que trabajar mejor», matizó. En ese camino, enmarcó los cambios en lo laboral o en educación, porque «las reformas son un instrumento fundamental para diseñar el futuro».
Rubalcaba, que apuntó que la creación de 70.000 empleos en el último trimestre «no es mucho, pero marca una dirección», afirmó que el Gabinete quiere «recuperar el dialogo social con sindicatos y empresarios» para que las reformas sean más eficaces.
