El Real Madrid sumó ayer su noveno triunfo en el ‘Top 16’ de la Euroliga después de vencer en Lituania al Zalgiris (104-105) en la décima jornada de competición, tras un duelo controlado por el equipo de Joan Plaza, en el que los ‘merengues’ acusaron su dependencia del tiro de tres pero fueron rescatados por un soberbio Nikola Mirotic (31 puntos, 11 rebotes y 37 de valoración), que acabó forzando la prórroga y decidiendo el partido en la misma.
El ala-pívot de origen montenegrino no se resignó a perder en Kaunas, ni siquiera cuando su equipo estaba siete puntos abajo (81-74) a apenas un minuto del final del partido.
Los lituanos, arropados por más de 15.000 almas en el Zalgirio Arena, plantearon de inicio un duelo de ritmo y tiro exterior. A priori, el paraíso para el cuadro de Laso. Pero en la práctica, lo ocurrido se acercó más al infierno.
Con Lafayette levitando y Darden haciendo daño dentro y fuera, los de Plaza tomaron impulso y alcanzaron una velocidad inalcanzable incluso para los blancos.
Sin embargo, tras el descanso, el Real Madrid encontró el modo de detener la ofensiva báltica y allanar el camino a la remontada. Su solución en ataque, el tiro de tres, no fue novedosa pero sí efectiva. Y el partido tomó incluso mando visitante.
No obstante, la irrupción de Mindaugas Kuzminskas en el último cuarto devolvió la fe al Zalgirio Arena y disparó a un cuadro local que comenzó a percibir el aroma de la victoria. Pero el orgullo blanco apareció, con Mirotic dando un golpe de galones sobre la mesa en ausencia de Rudy Fernández.
En la prórroga, los bálticos, pese a estar aún tocados moralmente por el golpe, encendieron todas las calderas. Y sin embargo tampoco fue suficiente.
Caja Laboral y Unicaja se la juegan hoy.- El Caja Laboral inicia hoy la fase decisiva del ‘Top 16’ de la Euroliga, los últimos cinco partidos en los que deberá mostrar su mejor nivel si quiere seguir vivo, con un compromiso teóricamente cómodo a domicilio frente al Besiktas desahuciado en competición europea con nueve derrotas consecutivas. La campaña continental del equipo vitoriano es una montaña rusa que ahora atraviesa su punto más bajo. Tras sendas rachas de cuatro derrotas y seis victorias, ahora encadenan cinco tropiezos que han condenado a los pupilos de Zan Tabak, sextos clasificados del grupo F, a otro cambio de ‘chip’ radical si quieren entrar en cuartos. Por su parte, la apurada situación del Unicaja en el ‘Top 16’ le obliga a afrontar una final anticipada en casa frente al Panathinaikos, ya que una victoria le permitirá seguir en la pelea por la cuarta plaza que ocupa el conjunto heleno, mientras que una derrota le dejaría en el camino de una eliminación casi garantizada. Jasmin Repesan tendrá a su disposición a toda la plantilla para este vital enfrentamiento.
