El fútbol ha tenido que acomodarse a la exigencia política, por muy importante que sea el partido, y finalmente el gran clásico entre el Barcelona y Real Madrid en el Camp Nou cederá su calendario natural y se disputará el lunes.
Ni sábado 27, ni domingo, como se barajaba desde que el presidente de la ‘Generalitat’, José Montilla, convocó las elecciones autonómicas para el 28. El Barcelona-Real Madrid será el lunes, 29, a las 21,00 horas.
Esta decisión, según argumentó la LFP, se ha debido a la «coincidencia de la jornada con los comicios y los problemas de seguridad que la concurrencia de ambos acontecimientos podrían causar en la Ciudad Condal. Todas las partes han buscado la mejor solución por la confluencia de estos dos importantes eventos».
En las últimas semanas se han estudiado las diferentes opciones, ya que el Barcelona no deseaba que el encuentro se disputase el sábado, ya que el miércoles anterior tendrá que jugar su partido de la quinta jornada de la Liga de Campeones ante el Panathinaikos en Atenas.
Este clásico se ha jugado en numerosas ocasiones entre semana, y existen dos precedentes en los que se celebró en Lunes de Pascua, día festivo en Cataluña, y en ambos casos en el Camp Nou.
La primera vez fue el 30 marzo de 1964 y el Real Madrid se impuso por 1-2, con goles de Gento y Puskas. El segundo precedente tuvo lugar el 3 abril de 1972, aunque en esta ocasión ganaron los ‘culés’ (1-0) con un tanto de Asensi.
Normalizar los horarios
Desde que Sandro Rosell llegó a la Presidencia azulgrana, se marcó como objetivo devolver el fútbol en el Camp Nou a su estado natural: encuentros los domingos a las 17,00 horas, como toda la vida.
Sin embargo, no ha logrado un propósito que se presenta casi imposible para el operador televisivo, ya que considera que sus mejores opciones (Barça y Madrid) deben ser vistas por televisión en horarios de máxima audiencia, y las cinco de la tarde de un domingo no entra en esta exigencia.
Lo que quizás nadie esperaba es que un nuevo actor, como es la política, llegase a desplazar a todo un clásico, no solo de sus horarios, sino del habitual e ‘inamovible’ espacio en fin de semana.
El fútbol nacional, a diferencia del rigor y precisión con el que se proyectan otras Ligas y deportes en los que los horarios y jornadas están establecidos desde el inicio del campeonato (NBA, Premier y ACB, entre otros), ha vivido expectante para conocer cuándo y a qué hora se iba a celebrar el duelo.
La fecha de las elecciones catalanas, fijada por Montilla para la semana del clásico, aún sabiéndose de antemano el calendario liguero, ha llevado a políticos y a muchos aficionados afectados por estar inmersos en el proceso electoral a reclamar que el encuentro no se jugase el fin de semana.
En la parte deportiva, nadie daba crédito a un clásico en lunes, por desnaturalizarse uno de los choques más importantes del año, aunque un Barcelona-Madrid o viceversa, también se ha disputado durante la semana con motivo de la Champions, de la Supercopa de España o de la Copa del Rey.
Incluso alguna cadena televisiva llegó a garantizar que el compromiso iba a ser el domingo.
El hecho es que los comicios, y en parte también, según el empresario Jaume Roures, propietario de los derechos televisivos de ambos equipos, por un «punto de vista cívico», han tenido su peso a la hora de programar el clásico para el lunes, lo que seguramente no impedirá un lleno hasta la bandera en el Camp Nou.
