El Festival Folkuéllar celebró y clausuró el domingo su más breve edición, la duodécima. Solo dos actuaciones, ambas abiertas al público, han compuesto este año el cartel de esta cita ya tradicional en el verano cuellarano.
Abrieron las actuaciones los Titiriteros de Binéfar poniendo en escena su obra “Dragoncio”, una historia de la princesa y el dragón con títeres de cachiporra acompañada por música tradicional que hizo las delicias de los niños y adultos que se acercaron hasta la nave central de San Francisco. Esta actuación llegó de la mano de la Asociación Cultural Teatro Zeréia que celebra este año su 25 aniversario.
Los encargados de clausurar el certamen fueron en esta ocasión la Banda del Soplo que salió primero a la calle tocando en el templete de los Paseos de San Francisco para después subirse al escenario de la nave central e iniciar su actuación con una llamativa puesta en escena. La Banda creada en Madrid en 2008 recoge la herencia de las antiguas “orquestas del vermut” y reinterpreta música popular de todo el siglo XX, adaptándola a nuevos espacios y contextos.
