Como era de esperar, el desgaste que lleva sufriendo el PSOE desde el inicio de la crisis se ha acentuado tras la huelga general del pasado miércoles. Así, según una encuesta realizada a 500 personas vía telefónica y publicada ayer en un diario de tirada nacional, el Gobierno continúa perdiendo terreno con respecto al PP. Si se celebraran elecciones ahora, el partido liderado por Rajoy ganaría con una ventaja de 14,5 puntos porcentuales por delante del de Zapatero.
La caída parece que no se va a frenar, porque el jefe del Ejecutivo ha dejado bien claro desde hace unas semanas que piensa seguir adelante con su impopular política de recorte de gastos y de reforma laboral. Pese a que asegura que es necesaria para reducir el déficit, que superó el 11 por ciento del PIB en 2009, y hará la economía española más competitiva, su mensaje no ha calado en la sociedad, dado que un 91 por ciento opina que aún queda mucho para salir de la crisis.
El sondeo muestra un apoyo del 28,5 por ciento para los socialistas, por debajo del 32,9 por ciento de septiembre, el porcentaje más bajo desde que Zapatero fue reelegido en 2008. Conviene recordar que hace ya una década el PSOE logró el 34,2 por ciento de los sufragios, lo que permitió al PP ganar por mayoría absoluta y lograr la dimisión del líder socialista de aquel entonces, Joaquín Almunia.
De los encuestados, un 43 por ciento indica que votaría al PP, frente al 41,8 por ciento del pasado septiembre, un porcentaje algo inferior al 43,3 por ciento de respaldos que lograban en un sondeo de julio de este año.
Otro dato interesante es que, aunque el 65 por ciento de los ciudadanos que respondieron el sondeo asegura que la huelga fue un fracaso, un 76 por ciento indicó que el Ejecutivo debería negociar con los sindicatos posibles retoques o cambios a la reforma laboral. Este extremo es más que posible que se cumpla pues el líder socialista anunció recientemente que cuando se marche en unas semanas el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, el peor valorado de su Gabinete -el mejor es Pérez Rubalcaba, que sigue sonando para la sucesión según los analistas-, se sentarán con los sindicatos.
El paro general, además, ha pasado factura al presidente del Gobierno, cuya imagen se ha deteriorado para el 58 por ciento de los entrevistados. Un 75 por ciento desaprueba además su gestión, 10 puntos más que hace un mes, y un 84 por ciento asegura que no confía en Zapatero. Además, un 63 por ciento aboga por un cambio de Gobierno, algo que, según el secretario general del PSOE, no es necesario por el momento.
