Los días pasan, pero el Barça sigue a la espera de que el Arsenal, propietario de los derechos de Cesc Fábregas, tome alguna decisión sobre la oferta presentada para fichar al centrocampista.
Así lo reconoció ayer el director general corporativo del club azulgrana, Joan Oliver. «Se trata de un juego a tres bandas y la tercera de ellas no se ha expresado en ningún sentido».
Según distintas fuentes, la proposición ‘culé’ para hacerse con los servicios del centrocampista ronda los 38 millones de euros. Los ‘gunners’ reaccionaron de inmediato y recalcaron que el internacional «no está en venta». Sin embargo, en la Ciudad Condal se espera que reconsideren su postura, dado que, en principio, el afectado prefiere cambiar de aires.
Para el representante de la entidad catalana, el asunto está claro. «Hay un jugador que quiere venir al Barça, pero que tiene contrato en vigor. Hemos hecho una oferta y ellos pretenden no negociar. El problema auténtico es entre el club y el futbolista; a nosotros ni siquiera nos han invitado a la mesa».
Tampoco se ha avanzado mucho en cuanto al futuro de Touré Yaya. El de Costa de Marfil podría entrar en la operación para abaratar el traspaso de Cesc, y también dispone de una proposición del Manchester City.
Oliver destacó que el Barça no se ha fijado «una fecha límite para cerrar» las negociaciones pendientes. «Nunca podemos prever cuándo va a concluir algo. En este mercado, si uno se fija un tope, normalmente pierde».
El director general sostuvo que la institución podría haber terminado con éxito alguna operación más, pero que está agazapada para concretarlas «con el precio exacto que permita defenderlas».
En cuanto al sueco Zlatan Ibrahimovic, relacionado en jornadas recientes con el Manchester City, el ejecutivo ‘culé’ volvió a manifestar que se cuenta con él.
En otro orden de cosas, Oliver dejó claro que el Barcelona va a tomar las decisiones pertinentes para que al técnico Pep Guardiola se le retire la sanción de 15.000 euros que le fue impuesta por insultar a un colegiado.
