El australiano Mark Webber logró ayer una nueva ‘pole’, en este caso la del Gran Premio de Mónaco, y prolongó la racha de Red Bull, que ha contado con este privilegio en todas las pruebas de este Mundial.
En cuanto a Fernando Alonso, ni siquiera gozó de la posibilidad de luchar por el privilegio, pues tuvo un accidente, empezará el último y afrontará una nueva remontada, con la sensación de que sacar muchos puntos le va a resultar complicadísimo.
El asturiano no llegó a participar en la sesión de clasificación. Durante los entrenamientos libres celebrados por la mañana, perdió el control de su Ferrari y se golpeó contra los raíles de seguridad de la curva Massenet. Arrancó las ruedas del lado derecho.
Los mecánicos y los ingenieros de la escudería italiana comprobaron con horror que el chasis era irreparable a corto plazo, y que el ovetense debería aceptar la posición final de la parrilla.
El reglamento actual de la Fórmula Uno no contempla la opción de disponer de un monoplaza de reserva, por lo que no existía ninguna solución.
El bicampeón saldrá desde la calle de talleres una vez que hayan pasado los rivales, circunstancia que incluso le vendría bien si se produce un percance colectivo en la primera curva, Santa Devota. En cualquier caso, cabe admitir que esto no constituye un fenómeno habitual.
A partir de ahí, tendrá que encomendarse a la suerte y a la ‘buena voluntad’ de algunos de los coches que le precedan. Figurar entre los 10 mejores cuando acabe el evento sería muy meritorio.
Por lo demás, Webber, que viene de cosechar la ‘pole’ y la victoria en Barcelona, cuenta con muchas papeletas para seguir hoy con su línea positiva. Junto a él, concluyeron un sorprendente Robert Kubica (Renault) y Sebastian Vettel (Red Bull), con el brasileño Felipe Massa (Ferrari) cuarto. El resto de los españoles tampoco destacaron; De la Rosa saldrá en el puesto 15 y Alguersuari, en el 17.
