Segovia, la única ciudad machadiana que conserva un edificio en el que aún se respiran las huellas del poeta sevillano, evocó ayer nuevamente la figura de Antonio Machado, en su Casa-Museo, cuando se cumplían los 72 años de su fallecimiento en la localidad francesa de Colliure, camino del exilio.
Convocados por la Tertulia de los Martes, y con la hospitalidad de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, propietaria del inmueble, más de un centenar de personas se dieron cita en la tarde de ayer en el jardín de la Casa-Museo, en un sencillo acto al que asistieron el alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes; la concejala de Cultura, Clara Luquero; el nuevo director de San Quirce, Rafael Cantalejo; y la académica responsable de la conservación de la Casa-Museo, Dominica Contreras.
Fue la propia Dominica Contreras la encargada de dar la bienvenida a los asistentes, recordando cómo los antecesores de los actuales académicos conservaron el inmueble, la antigua pensión en la que vivió Machado, comprándola poco a poco, y cómo se desarrollaron en ella los primeros homenajes al poeta, en los años 50. También adelantó que la Academia abordará en breve la remodelación del jardín delantero de la Casa-Museo.
A continuación se dio paso a la lectura de poemas, en la que participaron el grupo de teatro del Centro Senior Corpus de Caja Segovia y estudiantes del instituto Giner de los Ríos, que lleva el nombre del que fuera maestro de Machado. También se desplazó a Segovia, como viene siendo habitual, un grupo de machadianos procedentes de Santander, que suelen editar una publicación coincidiendo con esta fecha, en esta ocasión unos textos sobre Machado de José Herrera Petere, así como un poema que el escritor dedicó al poeta sevillano.
El acto se cerró, en una tarde muy agradable, alejada del frío que Machado pasó en Segovia tantas veces, con dos intervenciones de Amparo García Otero, un poema de Machado, musicado por ella misma; y un cantar de arada del Cancionero de Olmeda, en Burgos.
