El presidente del Consejo Regional de Cámaras de Comercio de Castilla y León, Vicente Villagrá, arremetió ayer contra la intención del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero de liberalizar las cuotas camerales, que representan el 57 por ciento de los 18,6 millones del presupuesto con el que se nutren las 14 instituciones de la Comunidad, donde cuentan con 193.944 empresas asociadas y dan empleo a 190 personas. Villagrá hizo un llamamiento al Ejecutivo para que hoy en el Consejo de Ministros recapacite sobre esta medida, porque supondría «darse un tiro en la pierna», ya que está intentando salir de la crisis y «no se pueden eliminar instrumentos» para lograrlo. Añadió que las cámaras no sólo prestan servicios a las pymes sino que constituyen «elementos vertebradores de la sociedad civil» y razonó: «No podemos dejar que los partidos políticos monopolicen todo».
Villagrá estuvo acompañado por su predecesor y presidente de la Cámara de Zamora, Manuel Vidal, quien remarcó que «con estas medidas no vamos a salir de la crisis», porque las cámaras generan «mucho más dinero» del que consumen. Asimismo, advirtió de que «pese a quien le pese» las cámaras «van a seguir existiendo», aunque se tengan que «apretar el cinturón» y elevar lo que cobran por los certificados de origen, porque «a ver quién se encarga de ellos».
Vicente Villagrá expresó que si el Gobierno decide eliminar el sistema de cuotas deberá establecer otro mecanismo de financiación de las cámaras vía transferencias a través de sus presupuestos a la autonomías, porque «no puede dejar todo» en manos de la Junta, que asume buena parte del 43 por ciento de su financiación institucional y les apoya «muchísimo».
El empresario indicó que esa otra modalidad de financiación no comprometería su independencia, ya que seguirían siendo órganos democráticos representativos de la sociedad civil. Villagrá precisó que el ahorro con la supresión de estas cuotas ascendería a 250 millones en España, el «ahorro del loro», ya que, dijo, con su actividad logran un «efecto multiplicador» de la economía.
Asimismo, asumió que pueden mejorar su eficacia a través de las nuevas tecnologías, pero defendió el mantenimiento de las 14 cámaras de la Comunidad, por su servicio cercano a la empresa en todo el territorio regional. Sostuvo además que en su gestión, «más austeridad y más eficacia» no pueden alcanzar, ya que por cada 1.000 empresas adscritas sólo trabaja una persona en la cámaras.
Sagradas misiones
Villagrá defendió el papel de las instituciones camerales como «parte fundamental de la sociedad». Así, consideró que cumplen «sagradas misiones» en la sociedad, como órganos consultivos de las administraciones y a través de los servicios que prestan a las pymes. De esta forma, incidió en que la medida perjudicará sobre todo a las pymes, porque el 53,53 por ciento de los 3,29 millones de empresas de España no pagan nada por los servicios que reciben, el 75,5 no paga nada o menos de 20 euros, y el 93,49 menos de 100 euros. «La supresión de la cuota sólo beneficiaría a las grandes empresas, ya que son las que financian los servicios que reciben las pymes».
Finalmente, recordó a Rodríguez Zapatero que siempre han actuado con «lealtad» institucional y reseñó que hace tres años avisaron de la crisis y plantearon 150 medidas para afrontarla.
Repercusión
El vicepresidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio e Industria y presidente de la Cámara de Burgos, Antonio Méndez Pozo, subrayó que la decisión de eliminar el llamado ‘recurso cameral’ tendrá una especial repercusión en Castilla y León, un territorio con nueve provincias y 14 cámaras, algunas de ellas «centenarias». «Son entidades muy arraigadas en el territorio y bien valoradas», añadió, por lo que confió en que el Gobierno recapacite.
Además, apeló al apoyo de la Junta si la decisión sale adelante porque, aunque algunas han logrado ser más autosuficientes en sus ingresos, el recorte de las cuotas podría abocar a algunas, las más pequeñas, a la clausura definitiva.
