El Unami se llevó el premio de los tres puntos en un partido a cara de perro frente al Becerril. Los segovianos tuvieron que esperar hasta el minuto 87 para ver la luz al final del túnel en el que se estaba convirtiendo un encuentro cada vez más complicado, en el que el desgaste físico pasaba factura a un Unami que jugaba con un hombre menos desde la expulsión de Alberto en el minuto 67.
Pero, cuando el choque estaba a punto de terminar, un balón de saque de esquina sacado en corto a Chechu fue centrado hacia el área, donde Morales (que llevaba en el campo poco más de 20 minutos), peinó el esférico antes de que entrara en la portería.
Antes de este feliz desenlace, los locales fueron dueños del partido más o menos durante tres cuartas partes. Salieron muy fuertes en el inicio, con un par de saques de esquina y un gol anulado a Chechu por fuera de juego.
Seguidamente, las oportunidades más claras del Unami nacían de las internadas de Felipe por la banda derecha, que solo podían ser paradas con faltas más o menos lejanas al área. También Carlos, por la izquierda, inquietó a la rocosa defensa palentina llegando, en el minuto 30, a ganar el área y a disparar, pero su balón fue sacado por un zaguero antes de que entrara en la meta.
Los de Tito Domingo intentaban por todos los medios abrir el campo para obligar a que el Becerril dejase huecos, pero la táctica era complicada.
Aún así los azules no perdieron la calma y, tras el descanso, salieron al campo igual de fuertes que en el inicio de la primera parte, solo que esta vez la moral del Becerril iba creciendo conforme pasaba el tiempo, hasta el punto que los segovianos acabaron casi contagiándose del juego palentino, después de la expulsión de Alberto. Pero el amago de dominio visitante desapareció de un plumazo con el tanto de Morales. Un gol que hizo justicia.
